Hace unos días me escribe una chica preguntando cómo manejar el reto gigante de liderar un área de hombres siendo la única mujer.
Mi respuesta inicial fue: En el trabajo no hay género y como líder de área tienes los mismos retos que cualquier líder hombre: soñar en grande, contagiar a tu equipo de ese sueño, motivarlo, lograr resultados, etc.
Es cierto que hay industrias más de hombres o con una cultura tal vez machista. Pero, así como la mujer tiene ese reto con un equipo de hombres; lo mismo le sucede a un hombre liderando un equipo de mujeres; o a un líder que es el menor del grupo, etc.
Un poco después, una persona comenta estar en desacuerdo – y lo fascinante del desacuerdo es que te hace pensar.
Y me di cuenta de algo: Que eres líder del área.
Si eres líder de algo, te vas a enfrentar a situaciones complejas.
La miopía se activa cuando etiquetas ese reto como “para mí es más difícil porque soy mujer” o “para mí es más difícil porque soy hombre y todas son mujeres” o “…porque soy el menor” o “…porque ya soy muy mayor”.
Es un mecanismo natural que tenemos las personas para protegernos.
Pero la miopía nos hace ignorar un factor importantísimo: Notar que eres líder del área porque tu jefe te ha elegido a ti. Nadie te ha regalado el puesto.
Has sido elegido líder porque tu jefe ha visto en ti habilidades para liderar el área, manejar los retos, ganarte a la gente y lograr los resultados. Tu jefe ha notado tu valor.
Toca cortar la miopía eliminando esa etiqueta de “para mí es más difícil porque…” y empoderarte poniéndole el reflector a esas cualidades que han notado los jefes.
Aduéñate de tu puesto. Te lo has ganado. Solo falta que te la creas tu.