Las inmobiliarias continúan buscando nuevas extensiones para ampliar su oferta, en especial en las zonas más habitadas de Lima Metropolitana, por ser las de mayor demanda. ¿Qué precios están dispuestas a pagar por viviendas cuyos terrenos podrán destinar a estos nuevos proyectos? Dependen de varios factores que dos expertos detallaron a gestion.pe para esta nota.
Quedan muy pocos terrenos disponibles para la construcción de viviendas en los distritos de mayor demanda (Jesús María, Barranco y Lince, según ASEI), señaló recientemente el gerente general de la Inmobiliaria Ciudaris, Ricardo Arbulú, a gestion.pe. La mejor alternativa que encuentran estas empresas está en adquirir un grupo de viviendas colindantes entre sí, para demolerlas y edificar sobre ellas los nuevos condominios.
“En promedio Lima tiene edificaciones de dos o tres pisos. Hay bastante suelo disponible, pero sobre todo suelo de renovación, es decir que se demuelen casas de dos o tres pisos para construir allí los edificios de 10 o 15 pisos. Por ejemplo, en San Miguel hay extensiones disponibles en La Costanera y en la avenida La Marina”, explicó.
Por su parte, Carola Pacheco, gerenta general de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) señaló que si bien los precios dependen sobre todo el distrito en el que se ubique la vivienda, también se evalúa si se encuentra cerca de una avenida y si se tiene fácil acceso a servicios como los del transporte público, colegios o universidades.
Además, Miguel Deustua, gerente general de Granadero Inmobiliaria, indica que un elemento muy relevante es el potencial de edificación del inmueble, es decir de la cantidad de pisos que pueden construirse allí y el tipo de uso que la municipalidad ha autorizado (residencial y/o comercial).
Por ejemplo, señaló, las municipalidades de Miraflores y Surco están brindando beneficios como el incremento del número de pisos que pueden construirse en un terreno, si se cumplen con ciertos estándares de sostenibilidad. Esta condición favorece al propietario de un inmueble ubicado en esta zona, si está interesado en venderlo.
Otro factor considerado al tasar el terreno es la forma de este, pues si cuenta con un frente amplio aunque poco fondo, su valor es mayor que en la situación contraria.
En noviembre del año pasado, Miguel Cavero, director de la consultora Inmobilex, indicó que se había incrementado la oferta no solo de viviendas nuevas, sino también de las usadas, pues las personas que perdieron el empleo o vieron afectados sus negocios por la pandemia encuentran en la venta de sus inmuebles una oportunidad para obtener liquidez.
De acuerdo con lo señalado por los analistas consultados para esta publicación, las inmobiliarias continuarán apostando por distritos de la llamada Lima Moderna (Jesús María, Pueblo Libre, San Miguel, Barranco o Lince) y Lima Topa (Miraflores, San Isidro) para ampliar su oferta de viviendas residenciales este y el próximo año.