El segundo semestre es comúnmente empleado por las empresas para la elaboración del presupuesto del siguiente año, sin embargo, no todos los negocios realizan uno.
La función financiera afronta una serie de retos muy complejos en materia de elaboración de presupuesto dentro del contexto actual, dijo Pablo Salvador, socio de Consultoría de EY Perú.
“A la dificultad de pronosticar la venta, se une la necesidad de cuidar los costos y gastos hoy más que nunca, así como de dar visibilidad al negocio y al Directorio en relación a la composición de los mismos”, manifestó.
El especialista señaló que cuanto más grande es la empresa, hay mayor probabilidad de que haga un presupuesto.
Pese a ello, también se observan pequeñas y medianas empresas que son muy ordenadas y empiezan a elaborar su presupuesto en estos meses, a diferencia de otras, no tan ordenadas, que prefieren no formularlo.
“Hay pymes que no tienen nada que envidiar a empresas grandes en términos de tiempo y hacen su presupuesto entre agosto y noviembre, aunque este año están arrancando antes”, refirió.
Si comenzaban la gestión presupuestal a fines de agosto e inicios de setiembre, ahora están empezando a fines de julio e inicios de agosto, detalló.
En esta línea, Salvador estimó que seis de cada 10 pymes no elaboran un presupuesto, empero las pocas que lo hacen tienen mayor visibilidad y mejor control de sus costos por lo tanto tienen mejores resultados financieros.
Asimismo, mencionó que es habitual que cuanto más grande sea una empresa, mejor haga su presupuesto en cuanto a detalle, sin embargo, el estudio hecho por EY sobre un grupo de 42 empresas mostró que algunas pymes, aunque no son muy grandes, son rigurosas en la elaboración del presupuesto.
En tanto, la mayoría de estas pequeñas empresas que hacen un presupuesto registró una falta de herramientas y de procesos formales tanto para la elaboración como para el monitoreo de este.