En los próximos tres meses, mejorarían los requisitos para el acceso de empresas a crédito, aunque la situación para las personas sería más restringida.
La oferta de financiamiento de consumo y tarjetas de crédito empeoraría, mostrando un mayor endurecimiento en las condiciones que en el trimestre previo, de tal manera que estos segmentos pasarían al tramo pesimista, indica una encuesta realizada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) a 15 entidades bancarias.
La cartera de consumo sufrió mucho durante la pandemia, luego la banca limpió su portafolio y los préstamos a personas empezaron a crecer, registrando un rebote en 2022, con tasas de expansión de doble dígito, alrededor de 20%, comentó Sergio Urday, economista especializado en banca y finanzas.
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“Pero ya alcanzó un pico y ahora se está desacelerando. Las familias retraen su nivel de gasto y los bancos han decidido poner el freno en este financiamiento”, refiere.
Aunque los indicadores del mercado laboral mejoran, aún se observa un empleo precarizado, con un segmento informal importante, acotó.
Mejora crediticia para empresas
Del otro lado, se prevé un panorama positivo en las condiciones de oferta de financiamiento para los corporativos y grandes empresas, así como para las pequeñas y microempresas en los siguientes tres meses, comparado con las perspectivas del trimestre previo. Aunque parece que las restricciones de crédito a medianas compañías de moderarían.
Esto es un reflejo de mejores perspectivas para la economía en general, y uno de los motivos es que diferentes actores han internalizado que el BCR no va a subir su tasa de referencia, pues ya la habría aumentado en gran magnitud, sostuvo Urday.
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Además, agregó, este relajamiento en condiciones crediticias podría estar ayudado por la expectativa de que la incertidumbre se irá disipando, por tanto, se anunciaría un segundo semestre mejor que el primero en financiamiento.
Sin embargo, precisa, esta flexibilidad no incluiría a la mediana empresa pues es un segmento que presenta mayores tasas de morosidad y una performance no tan buena comparada con las firmas de distinto tamaño.
“Es un grupo de empresas conformado, en muchos casos, por entidades sobre endeudadas; es por ello que la SBS recientemente cambió el criterio para clasificarlas y empezará a utilizar sus niveles de ventas”, comentó.
Para Edmundo Lizarzaburu, docente de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN, este potencial incremento de oferta de crédito estaría asociado con una diversificación de productos para atender y captar las necesidades de financiamiento de una eventual reactivación o mejora económica en el siguiente trimestre.
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Mejoraría demanda de hipotecas
Desde el lado de la demanda de crédito, las expectativas apuntan a una expansión en los segmentos de medianas, pequeñas y microempresas. Según Lizarzaburu, esto responde a que buscarían mejorar su flujo de caja y adelantarse a potenciales choques negativos, siendo preventivos ante variables exógenas como incertidumbre política y fenómenos naturales.
Por el lado de los préstamos a personas, las expectativas de los bancos es que la demanda de créditos hipotecarios sea mayor en el tercer trimestre del año. Para Urday, esto significaría una recuperación del terreno pesimista observado en el año pasado por la incertidumbre y el incremento de las tasas de interés.
“La banca prevé una demanda estable, no seguirá un deterioro, pero tampoco se verá un optimismo. Pese a todo, sería una buena noticia”, añadió.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.