Ante la creciente inseguridad, robos y la caída del turismo, el gobierno de Egipto decidió dejar la gestión limpieza y seguridad de las Pirámides de Giza en manos del sector privado, informó el diario español El Mundo.
El acuerdo para restaurar la última de las siete maravillas del mundo antiguo se cerró el martes 6 de septiembre, según la agencia de noticias estatal Mena. En la reunión participaron el primer ministro Sherif Ismail y los titulares de Vivienda, Turismo y Antigüedades, y acordaron que tres empresas privadas reorganizarán el espacio que rodea a las pirámides.
La primera acción será la limpieza de las arenas del complejo arqueológico. Para ello, las autoridades han contratado a una compañía por 5 millones de libras egipcias (US$ 560,000). No obstante, El Mundo informó que en el Ministerio de Antigüedades desconocen el nombre de la empresa que realizará estas labores y no quisieron brindar más información.
Por otro lado, las nuevas medidas de seguridad para la necrópolis incluyen un incremento del contingente policial en la zona, además de construir una comisaría y hospital cerca de las pirámides.
Esta decisión obedece al escándalo de las pirámides, ocurrido en el último febrero, cuando tres personas fueron arrestadas por robar piezas de las pirámides y venderlas en sus alrededores.
El hecho fue registrado y difundido por las redes sociales. Ahí los usuarios reportaron sus reclamos hacia la seguridad egipcia y la precaria situación de Keops, Kefren y Micerinos. Precisamente esta incomodidad ha originado el descenso de 41.9% en el sector turismo de Egipto.
La inseguridad no es el único problema que enfrentan las pirámides. La corrupción es un problema grave en el santuario faraónico. A menudo, los encargados de proteger el monumento aceptan un soborno para permitir el acceso al público a zonas restringidas.