Tras una nueva decepción el martes en un amistoso ante Turquía (1-1), la selección de fútbol de aborda el Mundial que alberga desde el 14 de junio con sensación de crisis y más miedo que motivos para el optimismo, ante la amenaza de la pesadilla de cualquier anfitrión: caer en la primera fase.


A una semana de 'su' Mundial, el equipo de Stanislav Cherchesov acumula récords y datos negativos. No ha ganado ninguno de sus siete últimos partidos y su última victoria se remonta a un amistoso contra Corea del Sur (4-2) en octubre.


La prensa local se hizo eco estos días de un dato que preocupa mucho: Rusia será el primer anfitrión de un Mundial desde hace 84 años en comenzar el torneo sin haber ganado ningún partido en los seis meses anteriores a la competición.


"Todo va mal", tituló el miércoles el diario Sport Express, mientras que el otro periódico deportivo del país, Sovietski Sport, pide a su equipo "que no sea Sudáfrica".


En el 2010, los sudafricanos fueron el primer país organizador del Mundial, y hasta ahora el único, en quedar eliminado en la primera fase de la Copa del Mundo. En esa primera fase, Rusia tendrá como rivales a Arabia Saudita, Egipto y Uruguay.


Rusia lleva meses jugando entre críticas, que afectan principalmente a Stanislav Cherchesov. Los exfutbolistas son especialmente duros con el entrenador.


"No sufro por Cherchesov. Para mí, sus ideas son ridículas e irreales. No sufro por nuestro cuerpo técnico, que destruye nuestro fútbol. Sufro por nuestros jugadores", afirmó Andrei Kanchelskis, exmediocampista del Mánchester United y de la selección rusa.


Y la tendencia del seleccionador a analizar con optimismo los partidos de su equipo hace que muchos se indignen más todavía.


"Creo que hemos dado un salto de calidad en relación al partido contra Austria (derrota 1-0 la pasada semana)", llegó a decir tras el partido ante los turcos.


Callejón sin salida
En dos años y después de haber renovado el plantel de la selección tras el fracaso de la Eurocopa-2016 (eliminación en la fase de grupos), Cherchesov no ha encontrado hasta ahora la fórmula, multiplicando las pruebas y teniendo incluso que improvisar medidas.


"Cherchesov está en un callejón sin salida", resume Sport Express antes de hacer la lista de los problemas rusos y de preguntarse por qué "todos los jugadores parecen peores que cuando juegan con sus clubes".


El único que junto a Stanislav Cherchesov parece ver rayos de luz en una situación muy sombría parece ser el exministro de Deportes y presidente de la Federación Rusa de Fútbol (RFS), Vitali Mutko, que aseguró que "no es un problema que el equipo no haya ganado ningún partido este año".


"No olvidéis a los adversarios que hemos tenido: Argentina, España, Brasil, Francia", añade el que ha sido durante una década el hombre fuerte del deporte ruso.


Mientras que el Sport Express reprocha a Cherchesov haber hundido la moral de los aficionados rusos, esos últimos parecen confiar poco en su equipo.


"Con una actuación así, las opciones parecen muy reducidas", se resignaba Daniel Pospelov, un profesor que seguía el partido ante Turquía en un bar de Moscú.