Paracho, un pueblito enclavado en las montañas boscosas de Michoacán, es un rincón del oeste de México conocido por las magníficas guitarras de madera elaboradas por sus artesanos desde el siglo XVIII, y es el principal productor del país con unas 900,000 al año, muchas de ellas exportadas a Estados Unidos.

Pero los sobrios diseños de sus guitarras clásicas, casi siempre de madera natural, han sido reemplazados por el furor de la original guitarra de "Coco": blanca con incrustaciones de nácar, adornada con una calavera negra y con maquinaria dorada para afinar las cuerdas.

Guitarreros y comerciantes no se dan abasto para saciar la demanda del peculiar instrumento.

La cinta de Disney-Pixar, que exalta la tradicional fiesta mexicana de Día de Muertos a través de la historia de Miguel Rivera, un niño que lucha por ser músico, ganó el fin de semana el Globo de Oro a mejor filme animado y es seria candidata al Óscar. Es también la cinta más taquillera en México de todos los tiempos.

"Locos con Coco"
Las curtidas manos de Salvador Meza, guitarrero de 41 años que aprendió desde niño el oficio de su padre, trabajaron a marchas forzadas los últimos meses para esculpir la guitarra de Ángel y la de otros cientos de niños que también sueñan con tocar el instrumento de "Coco".

La película, estrenada en octubre, "fue un impulso muy grande para la comercialización de la guitarra", reconoce Meza en su taller de Paracho, al asegurar que desde entonces duerme tres horas al día, en una vorágine de producción que no cesa.

De las 50 guitarras que producía semanalmente, llegó a 100.

"Como de película"
Michoacán, hasta hace unos años azotado por la sangrienta ola de violencia que generó el cártel narcotraficante Los Caballeros Templarios, es uno de los estados con mayor índice de emigración hacia Estados Unidos.

Los artesanos y comerciantes de Paracho se sienten agradecidos con su paisano Germán Vázquez, el guitarrero que hace unos 25 años emigró indocumentado y que, después de conseguir la nacionalidad estadounidense y establecer su taller en Los Ángeles, creó junto a Pixar la guitarra que aparece en "Coco".

Ahora de 64 años, Vázquez recuerda nostálgico su odisea clandestina a través del desierto fronterizo para llegar a su sueño americano.

Crítico de la política antiinmigrante del presidente Donald Trump, Vázquez reconoce que al llegar a Estados Unidos fue olvidando sus costumbres mexicanas, como la celebración del Día de Muertos que tanto ilustra "Coco".

La película trae "el mensaje de reaccionar, de que no debemos olvidar a las ánimas porque se esfuman", dice al asegurar que este año pondrá una ofrenda con veladoras junto a las fotografías de sus familiares difuntos, cuyas almas, según la tradición, visitan a los vivos el Día de Muertos.

Mientras, el pequeño Ángel, en Paracho, estará practicando en su guitarra nueva hasta lograr tocar la canción "Recuérdame", que tanto le conmovió en "Coco".