A diferencia de una empresa común, cuyos resultados se hacen públicos cada trimestre en los estados financieros, un equipo de fútbol también debe rendir cuentas domingo a domingo, en los partidos que juega. Así lo afirma Federico Cúneo, vicepresidente para las Américas de Amrop y presidente del Sporting Cristal.
"Es un medio complejo, pues tienes una autoridad tributaria, a la que le pagas impuestos, que a la vez es dueña de los equipos de futbol contra los que compites", señala, en referencia a Alianza Lima, Universitario, Sport Boys, Cienciano y Melgar en cuya propiedad participa la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat).
Cúneo afirma que el Sporting Cristal se maneja bajo las mismas reglas de gobierno corporativo que SAB Miller (matriz de Backus que fue adquirida por AB InBev). "Se gestiona exactamente igual que la compañía. Seguimos normas para reportar, aprobar decisiones, contratar jugadores, etc.", explica.
Sin embargo, detalla que lo más difícil es cuando el regulador y las autoridades solo controlan al Sporting Cristal, pues el resto tiene injerencia estatal. "Los otros equipos contratan jugadores con dinero del Estado", afirma.
"No está permitido tener más de un equipo profesional en un torneo. El Estado tiene cinco. Eso es algo que está prohibido por la FIFA y nadie dice nada", reclama Cúneo.
El Sporting Cristal apunta a que el 2020 solo el 10% de sus ingresos provenga de Backus (hoy supera el 20%). En la actualidad el equipo cuenta con un presupuesto de US$ 12 millones, donde la mayor parte (42%) de los ingresos proviene de taquilla, sponsores y venta de jugadores.
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