Salir de casa para tomar un café mientras leemos un libro o almorzar en familia en un espacio seguro son algunas de las acciones cotidianas que fueron restringidas obligatoriamente para combatir con la pandemia del coronavirus.
Con la inminente pronta llegada del verano, los restaurantes y cafés con grandes terrazas o patios se convertirán en el punto de encuentro predilecto para disfrutar de los platillos en un espacio seguro, agradable y al aire libre.
Rodeados de naturaleza
El restaurante La Plazita, ubicado en el cruce de la avenida Vasco Núñez de Balboa y la calle San Fernando (Miraflores), se puede definir como un oasis rodeado por plantas y árboles en medio del bullicio de la ciudad.
Su amplia, pero acogedora terraza te invita a disfrutar de la diversa carta de este bistró peruano/mediterráneo a cargo del chef Coque Ossio, y continuar hasta el postre o un café sin temor a interactuar con otros comensales.
“Hemos sido muy estrictos en la implementación de los protocolos de seguridad. Todo el personal cuenta con elementos de protección y restringimos el aforo al 50%”, explica Rafael Ocampo, dueño del restaurante.
El plato estrella de La Plazita es el risotto de lomo saltado, pero los platillos a base de pescado, como el salmón al curry o la pesca del día al curry prometen una explosión de sabores en el paladar.
Laberinto cultural
Según la mitología griega, Dédalo construyó el laberinto de Creta para mantener cautivo al minotauro, una bestia mitad humano y mitad toro, a petición del rey Minos. Es así que esta galería de arte barranquina toma el nombre del hábil escultor ateniense para describir el lúdico espacio con múltiples habitaciones y más de 4,000 piezas de arte y que tiene como punto final una cafetería.
Dédalo Café, ubicado en el paseo Sáenz Peña, en Barranco, es un patio para sentarte a leer un libro o trabajar en la computadora mientras tomas una taza de café rodeado de arte y naturaleza.
“Mantenemos un aforo reducido para comodidad y seguridad de las personas. Solo estamos atendiendo 12 mesas separadas unas de otras por unos dos metros”, explica Mariana Lores, gerente de Dédalo Café.
Todos los días presentan un menú, desde el mediodía hasta las 3:30 p.m., pero durante el día pueden disfrutar de una variada carta saludable y balanceada con opciones vegetarianas.
Una visita al pasado
Si hablamos de grandes terrazas con paisajes no podemos dejar de hablar del restaurante Huaca Pucllana, en Miraflores, un lugar donde se fusionan cultura y gastronomía.
La amplia terraza, bajo un techo de unos 6 metros de altura y con la vista abierta al sitio arqueológico, convierte a este espacio en uno de las mejores vistas de la capital.
La carta combina los platos tradicionales de cocina peruana, como el lomo saltado, ceviche o el rocoto relleno, y exquisitas propuestas como el fussilli de camarones a lo macho o el medallón de lomo con reducción de hongos de pino.
“Hemos cambiado la carta y los individuales a unos descartables para adecuarnos a los protocolos de sanidad. En la carta hemos incluido hamburguesas y sánguches, que antes no teníamos, para alguien que desea algo más ligero”, explica la chef Marilú Madueño.
Dédalo Café. Todos los sábados se realiza noche de pizzas artesanales. Además, la casa museo es pet friendly.
Restaurante Huaca Pucllana. La barra es ideal para descansar del trajín diario. Ahora ofrecen el servicio de delivery.