En concreto. Potenciales estudiantes vinculan promesa de empleabilidad a bolsa de trabajo y convenios con empresas e instituciones.(Foto: USI)

A puertas del último trimestre, las universidades y escuelas de posgrado aceleran la definición de su oferta educativa para el próximo año. Y en ese proceso, conocer la expectativa de los potenciales estudiantes se convierte en un factor clave.

Para entender lo que dicho público está buscando, Arellano realizó el estudio Dónde quiero estudiar Posgrado2018, encontrando que entre el 60% y 65% de limeños que desean llevar cursos, diplomados y maestrías esperan mejorar su empleabilidad.

Asimismo, entre 55% y 60% estudiaría un posgrado para especializarse, y entre 43% y 58% lo haría para aumentar su nivel educativo. Omar Rosales, gerente de Cuentas de Arellano, explicó que los tres motivos están relacionados a la búsqueda de éxito y la realización personal y profesional, así como a posicionarse en mejores ubicaciones en el sector.

“Son personas a quienes no les basta el pregrado, están interesados en especializarse no solo con programas amplios, sino de tres a seis meses, depende del nivel del trabajo que están buscando”, comentó a Gestión.

Además, reconoció que la elección de una categoría de estudios estará relacionada también con la actual capacidad de gasto.

Las mujeres predominan en la intención de estudiar, son modernas y buscan el equilibrio entre sus actividades.


“Hay personas con estudios universitarios truncos que tal vez no tienen para una maestría, pero sí para un curso o diplomado, lo cual debe ser tomando en cuenta en el enfoque de la oferta”, dijo.

Financiamiento
Consultados por el financiamiento para los estudios de posgrado, los limeños elevan ligeramente la apuesta por el crédito bancario para maestrías (de 7% a 13%), respecto al 2017. Sin embargo, en todos los casos, se apela mucho más a la entidad educativa.

En detalle, el referido estudio de Arellano indica que más del 70% de interesados en cursos, diplomados y maestrías recurrirían al pago en cuotas a la universidad. Y solo en cursos, 25% pagaría al contado a la institución.

Hay oportunidad de potenciar los cursos de ingeniería en Lima sur por la zona industrial que se está generando.


“La gente no quiere complicarse yendo al banco, desea que la propia institución educativa le indique cuánto pagará y cómo”, sostuvo.

En algunos casos, refirió que las tasas de las universidades terminan siendo mayores a la de los bancos, aunque ello no es percibido por los alumnos. Asimismo, consideró oportuno expandir la modalidad de empezar a pagar al terminar la carrera.

Oportunidades
Vista la demanda de estudios de posgrado, Rosales afirmó que existe la oportunidad de empezar a captar a futuros estudiantes en los propios niveles de pregrado.

“Por otros estudios, vemos que es más probable que los chicos de pregrado, luego de sus cuatro o seis años de la carrera, vayan luego a estudiar a otra escuela”, mencionó.

En ese contexto, consideró que los profesores de posgrado podrían realizar talleres con los alumnos de niveles inferiores. Asimismo, se podrían organizar charlas y/o seminarios de integración.

“Hay el espacio para estrategias que permitan vincular el posgrado con los alumnos del pregrado”, finalizó.

TÉCNICOS Y UNIVERSITARIOS NO GRADUADOS APUNTAN A CURSOS

Omar Rosales

Si bien la mayoría de interesados en tener posgrados son universitarios con estudios completos, el otro 40% está conformado por técnicos y universitarios que no culminaron la carrera, pero probablemente estén trabajando.
Así, se abre una oportunidad para impulsar los cursos y diplomados en estos dos últimos segmentos, señaló el estudio Dónde quiero estudiar 2018, de Arellano. Su gerente de
Cuentas, Omar Rosales, refirió que la oferta para esos segmentos suele considerar principalmente programas para

Posgrados
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