Lima, (Reuters).- El tráfico de drogas desde los puertos peruanos ha aumentado en los últimos años debido a redes criminales que reclutan a estibadores para introducir paquetes de cocaína en containers de exportación, dijo el lunes la agencia antidrogas Devida.
Alrededor de 90 estibadores en Perú han sido asesinados en los últimos dos años por delitos que estarían relacionados con el narcotráfico, dijo Carmen Masías, presidenta de Devida.
Masías dijo que los traficantes atraen a los estibadores ofreciéndoles drogas y cantidades generosas de dinero para poder acceder a buques destinados a puertos de todo el mundo, donde sus contrapartes recogen los estupefacientes en un sofisticado anillo de contrabando transfronterizo.
"Cuando ya no son útiles, son personas que son asesinadas", dijo Masías al margen de una conferencia de prensa. "Así que este es un gran problema de derechos humanos también", señaló.
Perú es junto con Colombia uno de los mayores productores de cocaína del mundo y también es un exportador líder de cobre, oro, harina de pescado y café. Millones de dólares de cocaína han sido incautados en containers de transporte marítimo con productos desde hornos industriales hasta paprika, según informes de prensa locales.
Masías atribuyó la tendencia a la propagación de la corrupción y a las mafias de droga que se han hecho más poderosas. También indicó que para abordar el problema, las autoridades deben trabajar más estrechamente con los sindicatos de estibadores y asegurarse de que todos los contenedores sean escaneados por personas honestas.
El presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien asumió el cargo en julio, nombró a Masías como cabeza de Devida hace dos meses. Masías también presidió Devida durante dos años bajo el ex presidente Ollanta Humala, quien la reemplazó en 2014.
La estrategia del nuevo gobierno para combatir las drogas en 2017-2021, que se presentará el próximo mes, tendrá como objetivo fortalecer el trabajo de desarrollo para que los agricultores no vuelvan a plantar cultivos de coca, principal ingrediente de la cocaína.
Masías dijo que cerca del 90% de los campos son ahora resembrados con coca tras ser sometidos a la erradicación del cultivo por las autoridades, frente al 40% en 2014.
"Las meta de erradicación debe ir aparejada con la meta de desarrollo", dijo Masías. "Lo llaman la guerra contra la droga, pero no es una guerra, es una lucha, es un proceso que dura años".
Masías dijo que el gobierno estudiará de cerca los métodos para calcular cuánta coca se cultiva y se erradica en el Perú, en medio de dudas sobre la veracidad de las cifras del gobierno.
"Tenemos que sentarnos y ver con mucha claridad, y mucha objetividad, y no tapar el sol con un dedo", afirmó.