La huelga de profesores puesta en marcha en Perú por una facción del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (Sutep) desde el 18 de junio fue suspendida tras dos semanas con un seguimiento bajo por parte de los docentes, anunció el Ministerio de Educación en un comunicado.
El Ministerio celebró "la decisión de este sector del magisterio de retornar a las aulas y restablecer el servicio educativo en beneficio de los estudiantes, así como de retomar la ruta del diálogo".
También reafirmó su compromiso de seguir trabajando para mejorar las condiciones laborales de los docentes y su voluntad de diálogo.
La huelga fue convocada por el Comité de Lucha Nacional de las Bases Regionales del Sutep, una facción del sindicato liderada por el profesor Pedro Castillo que disputa el control de la asociación gremial al comité nacional, cuyos dirigentes no respaldaban el paro.
Su objetivo era repetir la protesta protagonizada el año pasado, que paralizó durante seis meses la educación básica en las escuelas públicas del país y que terminó con una crisis en bloque del Gobierno, que perdió una cuestión de confianza presentada ante el Congreso.
El sector de Castillo, también conocido como Comité Nacional de Reorientación y Reconstrucción (Conare), acusaba al Gobierno peruano de incumplir los acuerdos alcanzados el año pasado.
Reclamaba una subida de sueldo de hasta los S/ 4,000 (1,200) en el 2021, al considerar insuficiente el incremento acordado tras la última huelga, que era hasta los S/ 2,000 (US$ 600), con aumentos progresivos que concluirán a final de año.
Esta nueva huelga apenas fue acatada por el 5% del profesorado, según los datos del Ministerio de Educación, que descontó de los salarios los días de paro, al contrario de lo sucedido el año pasado, donde las autoridades mantuvieron los sueldos a los huelguistas a cambio de un plan de recuperación de la horas lectivas perdidas.
El Gobierno también declaró ilegal la huelga el 20 de junio, lo que le autorizaba para reemplazar con profesores sustitutos a aquellos docentes que se ausentaran de manera injustificada de su lugar de trabajo durante al menos tres días consecutivos.