El Cairo (Reuters).- El traslado de Hosni Mubarak desde una prisión a un hospital militar de El Cairo tras un supuesto deterioro de su salud generó un nuevo sentimiento de incertidumbre en los egipcios, que ya se encuentran inquietos al no conocer aún el resultado de las elecciones presidenciales realizadas el fin de semana.

Altos cargos y fuentes militares dieron varias versiones durante la noche sobre , de 84 años, incluido el diagnóstico de que estaba en coma y conectado a un respirador. Pero indicaron que no estaba clínicamente muerto, como los medios estatales afirmaron el martes.

La salud de Mubarak ha sido objeto de frecuente especulación desde que fue condenado a cadena perpetua el 2 de junio, proyectando su sombra sobre la transición política y recordando al país que, 16 meses después de su caída, se ha dado poca respuesta a temas como hacia dónde se dirige Egipto y si la democracia arraigará en el país.

Los Hermanos Musulmanes, adversarios del ex presidente durante mucho tiempo, proclamaron la victoria de su candidato, Mohamed Morsy, tras la segunda vuelta presidencial del sábado y el domingo. Su rival, Ahmed Shafik, ex jefe de las fuerzas armadas con Mubarak y su último primer ministro, ha impugnado esa victoria y dice que está por delante en el conteo.

Pero cualquiera sea el que gane el anuncio se espera para el jueves, los poderes del próximo presidente se han recortado tras un decreto de última hora emitido por los generales que gobiernan el país y luego de ordenar la disolución del Parlamento dominado por los islamistas.

Reflejando el gran nivel de incertidumbre, los titulares de los periódicos egipcios abordaban distintas versiones sobre la salud del ex presidente tras su traslado de la prisión Tora de El Cairo al hospital militar Maadi.

"Contradicción en torno a la muerte de Mubarak tras un derrame cerebral", escribió el periódico Al Ahram. Bajo ese titular se leía "Las 48 horas más críticas de la historia de Egipto".

En tanto, el diario Al Ajbar tituló: "Mubarak, en coma entre la vida y la muerte", y más abajo subrayaba la disputa entre Morsy y Shafik: "El futuro presidente, en la esfera de lo desconocido".

Unas pocas docenas de personas se reunieron a las puertas del hospital durante la noche.

Algunos eran simples curiosos que habían escuchado que había llegado un paciente famoso, mientras que otros estaban allí para mostrar su apoyo. Uno levantó un cartel con la imagen de unresplandeciente Mubarak en uniforme ceremonial con un mensaje que decía: "La Historia lo juzgará".

"Mubarak lleva muerto desde que su pueblo lo condenó a la cárcel y lo dejó en Tora. Su pueblo lo atropelló y no le ha brindado sus derechos", dijo Loola Yamany, de 50 años, a las puertas del hospital el miércoles por la mañana.

El equipo legal de Mubarak ha presionado para que sea trasladado del hospital de la prisión a unas instalaciones mejor equipadas, diciendo que no recibía un tratamiento adecuado. Sin embargo, las autoridades carcelarias se negaron a esta petición.

"La situación del ex presidente es crítica después de que se deteriorara por la falta de un tratamiento bueno dentro del hospital de Tora, así que fue trasladado al hospital más cercano", dijo el abogado de Mubarak Farid al Deeb a Al Ahram.

Sin embargo, para la mayoría de los egipcios, la identidad de su próximo presidente es la mayor preocupación.

"Las noticias sobre la salud de Mubarak son todo especulaciones. Deberíamos centrarnos en la realidad. No podemos seguir siguiendo los rumores", dijo Maher Eid Hemdan, un jubilado en el centro de El Cairo. "En cuanto a las elecciones, que gane el hombre adecuado", agregó.

No ha habido un comunicado oficial sobre la salud de Mubarak, aunque los medios estatales han informado de una serie de enfermedades que van desde insuficiencia respiratoria a un ataque al corazón.