(AFP) El papa Francisco defendió la paz y la concordia con los musulmanes el viernes en El Cairo al visitar una iglesia copta donde 29 fieles murieron en un atentado yihadista, un viaje en el que se reunió tanto con el papa Teodoro II y como con el gran imán.
"Vuestro sufrimiento es también nuestro sufrimiento", declaró el pontífice en un discurso en la sede de la iglesia copta ortodoxa, delante del papa Teodoro II.
Ambos, uno de blanco y el otro de negro, desfilaron en procesión, rodeados de guardaespaldas y dignatarios religiosos, para visitar la iglesia de San Pedro y San Pablo, donde un atacante suicida mató a 29 personas el pasado 11 de diciembre en un atentado reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
Los dos líderes religiosos firmaron un acuerdo ecuménico para que los católicos que decidan abrazar la tradición ortodoxa no sean bautizados nuevamente.
Francisco y Teodoro II se sentaron cerca del altar y asistieron a una ceremonia en la que un coro entonó los himnos religiosos acompañado de címbalos.
El papa se detuvo a observar una muralla que aún conserva los restos de sangre del atentado y prendió una vela delante de un memorial con los rostros de las víctimas.
En el viaje, el papa también se reunió con el gran imán de Al Azhar.
"Ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios", dijo el pontífice argentino en el gran centro de estudios teológicos sunita Al Azhar.
La visita del pontífice argentino, rodeada de altas medidas de seguridad, la primera al más poblado de los países árabes, se produce tres semanas después de otros dos ataques contra iglesias coptas ortodoxas que causaron la muerte de 45 personas, reivindicados por el EI.
Los alrededores de la nunciatura apostólica, donde dormirá el papa durante su estancia, estaban cortados al tránsito y bajo la vigilancia de policías y soldados.
El papa Francisco había visitado el palacio presidencial para reunirse con el presidente Abdel Fatah Al Sisi, antes de ser recibido por el gran imán de Al Azhar, el jeque Ahmed Al Tayeb.
En su discurso, el pontífice criticó los "populismos demagógicos" que, según él, no ayudan "a consolidar la paz y la estabilizad".
Derechos humanosTodas las iglesias estaban bajo estrecha seguridad. Los yihadistas han jurado multiplicar los ataques contra los coptos, mayoritariamente ortodoxos, que representan cerca del 10% de los 92 millones de egipcios.
Los coptos ortodoxos de Egipto, comunidad cristiana más importante en Oriente Medio, dicen ser víctimas de discriminación por parte de las autoridades y de la mayoría musulmana.
En otro discurso ofrecido ante Al Sisi, el papa Francisco llamó al respeto "incondicional" de los derechos humanos y citó en particular "la libertad religiosa y de expresión".
Las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos acusan regularmente al presidente egipcio de haber instaurado un régimen represivo que no tolera ninguna voz opositora desde que destituyó en 2013 al islamista Mohamed Mursi.
Sus detractores consideran que el presidente ha cerrado el paréntesis democrático que se abrió en el 2011 con la revuelta que expulsó del poder a Hosni Mubarak.
Aun así, Al Sisi es el primer presidente de su país que ha asistido a la misa de Navidad, un gesto apreciado por la comunidad.
"Egipto está en primera línea en la confrontación del mal terrorista, su pueblo paga con sacrificio un precio exorbitante para hacer frente a este peligro", declaró Al Sisi, elogiando la postura del papa Francisco.
DeshieloEl de Francisco es el segundo viaje de un papa al Egipto contemporáneo, después del de Juan Pablo II en el 2000, que también se reunió con el jeque de Al Azhar.
La institución sunita, fundada como escuela de teología hace casi mil años, se opone al yihadismo inspirado en el salafismo radical dominante en Arabia Saudita.
Pero Al Azhar está igualmente en el centro de una lucha entre las autoridades políticas y religiosas, desde que Al Sisi hiciese campaña por unas reformas que pretenden erradicar el discurso extremista de la esfera religiosa.
Al Azhar congeló sus relaciones con el Vaticano cuando Benedicto XVI pidió específicamente proteger a los cristianos tras un mortífero atentado suicida contra una iglesia copta.
Pero en mayo del 2016, el papa Francisco recibió en el Vaticano al imán Ahmed al Tayeb.
Desde su elección en el 2013, el pontífice argentino ha multiplicado sus gestos a favor del diálogo con los musulmanes, hasta el punto de desconcertar en ocasiones a algunos cristianos.
El líder espiritual de los 1,300 millones de católicos celebrará el sábado una misa a las afueras de El Cairo para la pequeña comunidad católica local, de 272,000 fieles, en un país en el que la religión oficial es el islam, practicado por el 85% de la población.