(AFP) El gabinete de Donald Trump será el primero sin ningún integrante hispano en casi 30 años, pese a que la comunidad de más de 55 millones de personas es la primera minoría de Estados Unidos.
Trump, que durante su campaña electoral insultó a los mexicanos, prometió deportar a millones de inmigrantes sin papeles, construir un muro en la frontera con México y denigró a una exMiss Venezuela, tratándola de gorda, será investido este viernes como 45° presidente estadounidense.
La composición de su gabinete fue concluida este jueves con la designación del exgobernador de Georgia Sonny Perdue como secretario de Agricultura, en favor de tres latinos que eran candidatos al puesto: el exvicegobernador de California Abel Maldonado, el representante de Texas Henry Bonilla y la exviceministra de Agricultura Elsa Murano.
El nuevo gabinete será el menos diverso en décadas. Está compuesto por 17 hombres y cuatro mujeres blancos, un negro, una asiática y una india-estadounidense. Tres integrantes del gabinete son multimillonarios, otros cuatro son presidentes de empresas, dos son generales, cuatro congresistas y tres gobernadores.
Trump "está reclutando a los mejores y más inteligentes", dijo a periodistas su portavoz Sean Spicer, consultado sobre la ausencia de latinos en el gabinete por primera vez desde 1988.
"Él está aquí para servir a todos", aclaró no obstante. Lo que los estadounidenses deben preguntarse "es si está reclutando gente que está comprometida con llevar a cabo un cambio real, con respetar a los contribuyentes, con cumplir una agenda que creará empleos, con elevar los salarios", afirmó.
Spicer aseguró que el gobierno de Trump "no es solo sobre el color de la piel o la herencia étnica". Incluirá "diversidad de género y diversidad en el pensamiento y una diversidad de ideología", manifestó.
Histórico retrocesoLa ausencia en el gabinete de latinos, que representan un 17% de la población estadounidense, fue sentida como una bofetada.
"La exclusión de una voz latina en el gabinete del presidente electo Trump es un histórico retroceso para la nación", lamentó Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), en un comunicado.
"Los latinos son el segundo mayor grupo de población del país, uno de cada cuatro niños de Estados Unidos, y el mayor organismo de política del país ahora no tendrá su perspectiva", añadió.
"Estamos muy preocupados. Trump no solo ha sido el presidente más anti-latino y antiinmigrante en la historia de la nación, pero al no incluir latinos en su gobierno, está mostrando cómo piensa gobernar", dijo a la publicación legislativa The Hill, Héctor Sánchez, director de la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano, que agrupa a 40 organizaciones de defensa de los latinos.
A pesar de su discurso antiinmigrante, Trump obtuvo 29% del voto latino, incluso un poco más que los candidatos republicanos de 2008 y 2012.
"No hay falta de talento en el poblado banco de candidatos latinos calificados en este país, y un gobierno de Trump deberá asegurarse de que estas personas utilicen sus habilidades por el bien del país si quieren que Estados Unidos avance en los próximos cuatro años", dijo Vargas, que pidió a Trump al menos elegir a algún latino para llenar los 4,000 puestos de confianza en el gobierno.
Un latino de hecho ya fue designado en uno de estos cargos: es Javier Palomarez, presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos, a quien Trump designó como uno de sus tantos asesores pese a que Palomarez lo llamó "payaso" durante la campaña electoral.
El voto latino, tradicionalmente demócrata, fue récord en la elección del 8 de noviembre y representó 11% del total del electorado, contra 10% en el 2012 y 9% en el 2008.
Sin embargo, no alcanzó para convertir a la demócrata Hillary Clinton en la primera mujer presidenta de Estados Unidos. Un 65% de los latinos votó por Clinton, contra 71% por Barack Obama en el 2012.