La Fiscal Coordinadora de Violencia de Género del Ministerio Público de Perú, Leticia Silva, visitó la ciudad española de Sevilla para reunirse con la directora general de Violencia de Género, Ángeles Sepúlveda, para conocer la red andaluza de recursos y de coordinación institucional para la atención integral a las víctimas de la violencia de género.
La visita de la fiscal peruana tiene como objetivo aprender la experiencia de dicho modelo para la aplicación de la recién aprobada ley estatal peruana para la erradicación de la violencia contra la mujer.
La fiscal peruana se reunió también con representantes del Ayuntamiento de Sevilla y visitó los juzgados de Violencia de Género, el Servicio de Atención a las Víctimas de Andalucía (SAVA); la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer, las dependencias policiales de atención a las víctimas, los puntos de información a la mujer y la casa de acogida del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).
Silva puso especial atención en el Servicio Integral de Atención y Acogida a Víctimas de Violencia de Género, un programa del IAM que se ha convertido en referente nacional e internacional por su carácter multidisciplinar, y que desde su puesta en marcha en 1999 ha ayudado a más de 45,000 víctimas a recuperar una vida normalizada y libre de violencia.
Esta red de acogida atiende de manera integral a las mujeres en situación de alto riesgo, ofreciéndoles a ellas y a sus hijos e hijas un hogar seguro, además de un apoyo psicológico, jurídico, sociolaboral y económico que facilite su pronta recuperación e incorporación a la vida normal.
Según un cable de Europa Press, el sistema, que ha sido referente nacional por su modelo de gestión integral, cuenta con un equipo de personas profesionales que trabajan de manera multidisciplinar con las víctimas, ofreciéndoles terapia psicológica, asesoramiento y acompañamiento jurídico, orientación laboral y apoyo social.
Junto a ello, la red desarrolla diversos programas para la atención integral a los y las menores para su plena adaptación al nuevo entorno en el que viven y su total recuperación psicosocial, con el fin de minimizar las secuelas de la violencia machista sufrida durante la infancia.
El servicio incluye además un programa de becas anuales para la formación a distancia de mujeres acogidas, con el objetivo de mejorar su empleabilidad y nivel de autonomía.