En el año 2022, la población peruana alcanzó los 33 millones 396 mil 700 habitantes, siendo más del doble de la población registrada en el año 1972, así lo informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), al presentar los resultados del estudio: “Perú: 50 años de cambios y tendencias demográficas”, elaborado en conmemoración del Día Mundial de la Población, que se celebra el 11 de julio.
Según el INEI, los cambios poblacionales en el país muestran tendencias heterogéneas, en especial a nivel de departamentos, provincias y distritos.
“La población peruana está experimentando profundas transformaciones demográficas. La estructura por edad de la población se ha modificado. En 1940, el 42.1% de la población estaba constituida por menores de 15 años de edad, proporción que se mantuvo hasta el año 1981 con 41.2%, lo que evidencia que el país tenía una población eminentemente joven”, detalla el informe.
“En todo este período cobra importancia el grupo etario entre 15 a 59 años de edad, que de representar al 51.5% en 1940, se eleva a 62.4% en el año 2022. Asimismo, aumenta la población adulta mayor de 60 y más años de edad, de 6.4% en 1940 a 13.3% en 2022, lo que expresa el progresivo envejecimiento de la población”, precisa.
Edad promedio de la población
La edad promedio de la población peruana ha aumentado, principalmente en los últimos 28 años, lo que refleja el proceso de envejecimiento por el que atraviesa. En el año 1940 el promedio de edad era de 24 años, manteniéndose por cuatro décadas; recién a partir del año 1993 empieza a aumentar, hasta ubicarse en 33.4 años en el 2022.
De otro lado, respecto al lugar de residencia. En la década del cuarenta, el 64.6% de la población peruana residía en el área rural y el 35.4% en el área urbana.
Después de 32 años, la población peruana revierte su ruralidad y pasa a ser una población mayoritariamente urbana, como lo registra el Censo del año 1972, que encontró que el 59,5% de peruanos vivían en el área urbana. El Censo de 1981, señaló que esta proporción alcanzó el 65.2% y en 1993 el 70.1%. Igualmente, los dos últimos censos realizados en el siglo XXI, confirman esta tendencia, ya que en el año 2007 el 75.9% de la población peruana residía en la zona urbana y en el 2017 el 82.4%. Este proceso de urbanización que caracteriza a la población peruana, se debe a las migraciones internas del campo a las ciudades.
Asimismo, se detalla que en la década de los cuarenta, la región sierra concentraba el 65% de la población del país; en tanto la costa y la selva al 28.3% y el 6.7% de la población del país, respectivamente.
El Censo de 1961, reveló que la sierra continuaba concentrando al 52.3% de la población, la costa el 39% y la selva al 8.7%. Los cambios en la distribución de la población por regiones naturales son relativamente recientes.
El Censo del año 2017 constató que el 58% de la población se encontraba en la Costa y el 28.1% en la sierra. En tanto la región selva presentó un proceso de crecimiento poblacional moderado al pasar de 8.7% en 1961 a concentrar el 13.9% en el año 2017.
Surgimiento de grandes ciudades
A partir de las cuatro primeras décadas del Siglo XX, ocurrieron importantes cambios en la distribución de la población, los que estuvieron marcados por el incremento de la población urbana influenciado principalmente por la migración interna.
En el año 1940, en el país solo la ciudad de Lima superaba los 100 mil habitantes. En 1961, cuatro ciudades tenían esta cantidad de población y para el Censo del año 2017 fueron 23 las ciudades con dicha cantidad de habitantes, conteniendo al 54,0% de la población del país. Para el año 2022, se estima en 26 ciudades que tienen más de 100 mil habitantes, que son: Lima, Callao, Arequipa, Trujillo, Chiclayo, Chimbote, Iquitos, Piura, Huancayo, Cusco, Ica, Sullana, Tacna, Pucallpa, Juliaca, Huánuco, Chincha, Ayacucho, Huacho, Cajamarca, Puno, Tarapoto, Huaraz, Puerto Maldonado, Tumbes y Talara.
Migración Interna
El Perú, como todos los países de América Latina, experimentó cambios profundos en la distribución espacial de la población durante el siglo XX y en las primeras décadas del siglo XXI. El principal mecanismo que forjó tales cambios fue la migración interna y sus efectos “crecimiento” y, sobre todo, “redistribución”, de la mano del masivo traslado de población rural hacia ciudades, la emigración desde la sierra a la costa y la paulatina y volátil ocupación de la región de la selva, muchas veces basadas en complejos procesos de colonización formales e informales.
Estos cambios en la distribución espacial de la población, inducidos por la migración interna, se relacionan interactivamente con otras transformaciones estructurales del país en términos sociales, económicos, culturales, políticos y ecosistémicos.
Las migraciones internas interdepartamentales han sido muy dinámicas desde mediados del siglo pasado, generación tras generación, muchos peruanos abandonaron sus lugares de origen en búsqueda de mejores posibilidades en otros departamentos con mayor potencial económico.
El Censo del año 1940 registró que el 8.9% de la población emigró de su departamento de nacimiento a otro departamento incrementándose sistemáticamente hasta 22.1% en el Censo del año 1993 para luego decaer ligeramente en el Censo de 2007 donde alcanzó un 19.5% de la población censada. Sin embargo, en el último Censo del año 2017 se recuperó llegando a 20.3%.
Descenso de la fecundidad
En un contexto de grandes cambios socio-demográficos, entre ellos la mayor urbanización y educación de las mujeres, el descenso de la fecundidad ha sido uno de sus rasgos más destacados. La Tasa Global de Fecundidad (TGF), que es igual al número promedio de hijos que tendría una mujer al final de su período reproductivo. descendió de 6,9 hijos en el año 1965 a 2,0 hijos por mujer en el año 2021.
La Tasa Global de Fecundidad se mantuvo constante entre los años 1950 y 1965, con un valor de 6,9 hijos por mujer. Inició su transición a niveles más bajos en el período 1977-1978 alcanzando un nivel de 5.3 hijos por mujer. En 1986 se ubicó en 4.1 y entre los años 1991-1992 en 3.5. hijos por mujer.
Empleo
En los últimos cincuenta años, el Perú muestra importantes cambios socio-económicos. Los cambios en la estructura productiva y en las bases sociales y educativas, muestran que uno de los rasgos más distintivos ha sido el de la creciente incorporación de la mujer al mundo del empleo.
Esta incorporación trajo aparejadas profundas transformaciones en diferentes aspectos, incluidos cambios en el mercado laboral, logros educativos, la disminución de la tasa de fecundidad, modificaciones en las relaciones familiares y avances en el acceso a la toma de decisiones. Sin embargo, aún persisten retos y desafíos a la plena incorporación de la mujer peruana en el mercado laboral.
Hace cuatro décadas, solo el 25.3% de las mujeres que tenían edad para desempeñar una actividad económica participaban en el mercado laboral, al año 2021 se elevó a 63%; mientras que sus pares los hombres lo hacía el 79.2% en 1981 y el 80.9% en el año 2021.
La diferencia en la tasa de participación entre hombres y mujeres en el año 1981 era de 53.9 puntos porcentuales; en el año 2021 la brecha se acortó a 17.9 puntos porcentuales.
Progresos en educación
En las últimas décadas en el Perú se ha registrado una tendencia sostenida de crecimiento general de la asistencia escolar en todos los niveles. En el período 1998-2021, la tasa de asistencia escolar se incrementó en todos los niveles educativos, destacando en educación inicial o preescolar que aumentó en 27.9 puntos porcentuales, al pasar de 47.3% a 75.2% en el año 2021 y la educación secundaria en 21.5 puntos porcentuales, de 62% a 83.5%. En educación primaria creció al año 2021 en 0.2 punto porcentual de 91.1% a 91.3%.
En las últimas décadas, se ha incrementado los hogares con jefatura femenina. Al año 2021, en el Perú había 9 millones 904 mil hogares, de estos, el 35.9% son encabezados por mujeres y 64.1% por hombres. En los últimos 25 años, los hogares con jefatura femenina han ido en aumento. Así, de representar el 18.5% en el año 1997 pasó a 35.9% en el año 2021.
La estructura familiar de los hogares según sexo del jefe de hogar es diversa. Así, el 62.5% de los hogares conducidos por hombres y que tienen hijos (as), asumen dicha responsabilidad con su pareja o cónyuge. En tanto, el 50.2% de las mujeres jefas de hogar sin cónyuge o pareja, con responsabilidad de hijos (as) y otros parientes, conducen el hogar solas.
Se incrementa uniones consensuales
El Perú es uno de los países de la región de América Latina que ha atravesado uno de los más acelerados cambios a nivel de estructura familiar: La evolución de la transformación sociodemográfica, la que denota el crecimiento de las uniones libres frente al matrimonio.
En 1972, la estructura familiar claramente predominante la constituían los matrimonios, con un 37.6%, y los convivientes eran solo el 14%. Sin embargo, en menos de cinco décadas el escenario cambió y los resultados del 2017 indican una variación sustancial: la convivencia pasó a ser la estructura familiar mayoritaria representando el 26.7% y el matrimonio el 25.7%.
Respecto al tamaño de los hogares este ha disminuido, debido al avance de la transición demográfica que generó una reducción del número de hijos. En el año 2021, el tamaño promedio de un hogar peruano fue de 3.4 miembros, en el año 1997 era de 4.7 miembros.