Fotografía tomada en mayo en la ciudad de Iquitos muestra a personas haciendo cola para recargar tanques de oxígeno. (Foto: AFP).
Fotografía tomada en mayo en la ciudad de Iquitos muestra a personas haciendo cola para recargar tanques de oxígeno. (Foto: AFP).

La seroprevalencia por COVID-19 en los departamentos de Loreto (+70%) y Ucayali (+60%) es de más del doble que el promedio nacional, que gira en torno al 30%, indicó el médico infectólogo Fernando Mejía, investigador del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

Como lo recordó, desde hace aproximadamente un mes el Instituto Nacional de Salud (INS) realiza un estudio de seroprevalencia de coronavirus a nivel nacional. Mediante este estudio, los epidemiólogos determinan el porcentaje de la población que ya tiene anticuerpos para el COVID-19 y la magnitud de la afectación en los departamentos del país.

De los resultados preliminares se desprende que en Lima este indicador es del 40%, mientras que el promedio nacional es del 30%. Según indicó Mejía, las tasas más elevadas se encuentran en los departamentos con regiones geográficas selváticas. En estas zonas, son más afectadas las poblaciones de las ciudades que las de áreas rurales.

“Iquitos (Loreto) es la ciudad más afectada después de la primera ola, pues tiene más del 70% de prevalencia. Las zonas rurales fueron menos afectadas en la primera ola, pero en esta nueva ola podrían ser las más afectadas porque tienen menos inmunidad. En Ucayali (Pucallpa), la seroprevalencia es casi comparable con la Iquitos, de alrededor de 60%”, dijo Mejía a gestion.pe.

Desde su punto de vista, estas zonas son más afectadas por razones culturales. La población ya está acostumbrada a enfrentar epidemias como el dengue o la malaria y por ende las toman menos en serio y se resisten a acatar las restricciones impuestas por el Gobierno.

Otro especialista epidemiólogo consultado por gestion.pe, que prefirió mantenerse en el anonimato, estimó que la prevalencia en Iquitos ya debe superar el 80%. Por ello, señaló, se producirían muy pocos nuevos contagios.

Por otro lado, Mejía recordó que la prevalencia de coronavirus ha sido siempre menor en los estratos socioeconómicos más altos. Luego de la primera ola, en los niveles A y B la seroprevalencia era de alrededor de 12%, mientras que los estratos más bajos de 50%.

“Las personas más pobres tendían mucho más a contagiarse porque se trabajan en la informalidad y eso hace que se expongan más. Sin embargo, en este rebrote el incremento será más pronunciado para los sectores con más recursos económicos porque son los que más han salido de compras durante las fiestas de fin de año, mientras que los sectores más pobres han tenido menos dinero para hacerlo”, expresó.