¿Qué tan innovadora es mi empresa? Cómo evitar que “se nos pase el tren”

¿Cómo priorizar las acciones de la empresa para anticiparnos a los cambios en nuestro sector? ¿O es acaso éste inmune a los cambios tecnológicos? ¿Qué nivel de innovación o disrupción necesitaremos para mantenernos vigentes? Como altos directivos, ¿debemos empezar con ideas desde arriba o cómo involucramos al resto de la organización?

¿Momentos Kodak?

En el año 2012, mientras Eastman Kodak se declaraba en bancarrota, la startup Instagram -con tan solo tres años en el mercado y 13 empleados- era adquirida por Facebook por la suma de mil millones de dólares. A pesar de haber inventado la cámara digital, Kodak la dejó de lado y con la posterior masificación de los smartphones, no solo desapareció el rollo fotográfico, sino también su procesamiento, distribución, retailing, marketing y empacado. Otros “momentos Kodak” los tuvieron también empresas como Blockbuster o Nokia, yéndose a la quiebra por no adaptarse a cambios en sus sectores.

De las 500 empresas que aparecían en el ranking Fortune 500 del año 1955, solo 52 seguían figurando en esa misma lista en el año 2021, lo que significa que casi el 90% de las empresas top que existían en 1955 quebraron, fueron adquiridas por otras o aún existen pero ya no son parte de las 500 empresas más importantes de los EE.UU.

Comprendamos nuestro entorno competitivo actual y cómo esto podría cambiar gracias a nuevas tecnologías.

Innovación como disrupción

La innovación como práctica empresarial se hizo más popular durante la revolución industrial del siglo XIX y fue en la década de 1930 que el austríaco Joseph Shumpeter identificó a la innovación como un factor clave asociado al crecimiento económico, acuñando el término “destrucción creativa” para el proceso de mutación industrial que continuamente revoluciona la estructura económica desde dentro, destruyendo la antigua y creando continuamente otra nueva.

Según la encuesta de EY “Prioridades del Directorio para el 2022″ realizada entre miembros de directorios en Argentina, Chile, Perú, México, Brasil y Colombia, el 43% de los entrevistados reconoce como una prioridad en su empresa la Transformación Digital y el uso adecuado de nuevas tecnologías, como es el caso de blockchain o inteligencia artificial.

Primeros pasos

La capacidad de innovar no tiene por qué depender de “genios”, así que si no tenemos a un Galileo, Newton, Einstein o Jobs en nuestra empresa, preocupémonos más bien en cultivar un ambiente propicio para mejorar las competencias de nuestro personal y que facilite cuestionar el statu quo.

Primero, comprendamos nuestro entorno competitivo actual y cómo este podría cambiar gracias a nuevas tecnologías, dejando de lado lo obvio: Henry Ford decía que si le hubiese preguntado a la gente qué era lo que querían, me hubieran dicho “un caballo más rápido”.