Desde el año 1992, la economía polaca no ha dejado de crecer y el nivel de renta de sus ciudadanos se ha acercado al de los países europeos más prósperos. Sin embargo, la crisis provocada por COVID-19 ha debilitado esta dinámica, escribe Mathilde Mesnard.  (Shutterstock)
Desde el año 1992, la economía polaca no ha dejado de crecer y el nivel de renta de sus ciudadanos se ha acercado al de los países europeos más prósperos. Sin embargo, la crisis provocada por COVID-19 ha debilitado esta dinámica, escribe Mathilde Mesnard. (Shutterstock)

Mathilde Mesnard

Directora de Asuntos Financieros y Empresariales de la OCDE desde agosto de 2021.

A medida que el mundo comienza a recuperarse de la pandemia, los mercados financieros van a desempeñar un papel crucial, ya que permiten a los empresarios obtener capital para invertir e innovar. El papel de estos mercados es esencial no solo para salir de la crisis, sino también desde el punto de vista de los retos del futuro, que son sin duda la revolución digital y la transformación ecológica.

La fuerza de Polonia reside en parte en el dinamismo de su mercado de capitales. Polonia alberga uno de los mayores mercados de valores de Europa Central y Oriental (el 54 % de la capitalización total del mercado de valores). Además, es el único estado miembro de la Unión Europea que figura entre los diez países con mayor número de entrada de nuevas empresas en bolsa en los últimos diez años. En 2018, Polonia avanzó hasta la categoría de países desarrollados. Al igual que en otros mercados europeos avanzados, la participación de los inversores institucionales es significativa, con un 35 % de la capitalización bursátil en sus manos. Con la creación del mercado NewConnect, Polonia también fue pionera en el acceso al mercado de capitales para las pequeñas y medianas empresas. ¡El segundo parqué de este tipo en Europa cuenta con el 20 % de todas las pequeñas y medianas empresas europeas que cotizan en bolsa! En términos de gestión, la Bolsa de Varsovia actualizó su código de buenas prácticas en 2021 para incluir cuestiones del ámbito ESG como la protección del clima y la sostenibilidad.

La recuperación de la crisis es una oportunidad para dar un nuevo impulso al desarrollo de todo el ecosistema empresarial en general. El desarrollo de los mercados financieros en 2020 es motivo de optimismo, ya que la participación de Polonia en el volumen de negocios relacionado con las entradas de nuevas empresas en las bolsas de Europa central y oriental ha pasado a ser muy significativa, y las empresas ya presentes en la Bolsa de Varsovia están empezando a buscar financiación en los mercados de capitales de forma más activa. Esto debería considerarse una señal de la vitalidad y de resistencia del mercado de valores polaco.

La infraestructura existente es una excelente plataforma para reforzar el mercado financiero de modo que sea más competitivo a nivel mundial y pueda ofrecer a las empresas servicios acordes con las mejores prácticas internacionales, tales como los Principios de Gobierno Corporativo del G20/OCDE.

El desarrollo de los mercados también forma parte de la integración europea. Polonia ya ha dado muchos pasos en esta dirección, entre ellos la adopción de una estrategia para los mercados financieros en 2019. En todo este proceso, no debemos perder de vista la función principal de cualquier mercado financiero, que es permitir el uso más eficiente de los recursos a nuestra disposición y aumentar así la prosperidad de la sociedad en su conjunto. La economía digital con bajas emisiones de carbono está en el centro de todos estos enormes retos a los que se enfrentan los mercados financieros, cuyo fuerte desarrollo debería fomentar un futuro donde la integración, la ecología y la capacidad de resistir las crisis estén cada vez más presentes en Europa

Mathilde Mesnard

Texto publicado en “Wszystko Co Najważniejsze” [Todo Aquello que es Realmente Importante] y en la prensa mundial en el marco del proyecto “Opowiadamy Polskę światu” [Explicamos Polonia al mundo].

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