Por Oscar Echegaray Rengifo
Gerente de Capital Humano y Asuntos Corporativos de Virú S. A.
La pandemia nos tomó por sorpresa a todos. En el camino tuvimos que adaptarnos a una realidad desconocida, inestable e incierta, que puso a prueba nuestra capacidad de reinventarnos y demostrar la rapidez en la toma de decisiones. Empezamos a pensar más como equipo desde la empatía, a adquirir nuevos hábitos de vida con disciplina y a reconocer que la seguridad y salud no son negociables.
En esta transición a una nueva normalidad, enfrentamos grandes cambios. Muchas empresas implementaron en sus instalaciones medidas preventivas para garantizar un ambiente seguro para trabajar, asumiendo una gran responsabilidad para poder operar durante la cuarentena, cuidando la salud de sus equipos, sus familias y su entorno, donde la clave está en brindarles tranquilidad y protección a todos.
En este escenario tan cambiante e incierto, las empresas que actúen a tiempo y en el corto y mediano plazo, serán las que aseguren su sostenibilidad y competitividad post crisis. Los resultados de liderar en épocas de incertidumbre dependerán de cómo nos anticipamos para actuar efectivamente, y en qué medida nos abocamos a nuestra gente, toda vez que solo un equipo sólido, comprometido, motivado y seguro brindará continuidad a las operaciones en medio de la actual pandemia.
Desafiamos esquemas y desarrollamos nuevas habilidades profesionales y tecnológicas, en un escenario cambiante día a día. Muchos empezaron a trabajar en la modalidad de trabajo remoto y significó todo un reto, una nueva forma de vida, el cual continuará siendo una de las herramientas más eficientes para la comunicación entre equipos de trabajo.
Los gestores de Capital Humano no podemos bajar la guardia ni perder el foco del objetivo. Debemos usar la creatividad y buscar nuevas oportunidades para hacer crecer a nuestra gente aun cuando las condiciones no sean las de antes. Debemos afrontar la vida con resiliencia, flexibilidad y aceptación al cambio, liderando de manera responsable, y trabajando con los ojos puestos en un futuro distinto y competitivo. La marca empleadora dependerá que cuánta seguridad desplieguen las empresas hacia sus trabajadores y cuán seguros se sientan en ellas.