Con esta vacancia se cierra el segundo tiempo del gobierno de Peruanos por el Kambio, y se inicia el tercer tiempo o suplementario dentro del mismo período de gobierno. ( Foto: GEC | Anthony Niño de Guzmán )
Con esta vacancia se cierra el segundo tiempo del gobierno de Peruanos por el Kambio, y se inicia el tercer tiempo o suplementario dentro del mismo período de gobierno. ( Foto: GEC | Anthony Niño de Guzmán )

Periodista

Hoy tendremos el tercer Presidente dentro de un mismo período gubernamental. Y habremos tenido el segundo Presidente defenestrado (uno obligado a renunciar y su sucesor vacado) en una misma gestión de gobierno.

Ayer, minutos antes de las 10 de la noche, Martín Vizcarra puso punto final a una serie de especulaciones sobre las acciones que debía tomar luego de la votación en el Congreso, a los llamados a movilizaciones, y a un debate sobre la legalidad y constitucionalidad de la vacancia decretada, que se produjeron en un par de horas. Anunció que dejaba Palacio, y tema cerrado.

¿Fueron los tres reportajes dominicales del último domingo, o fue el discurso confrontacional y hasta desafiante de Martín Vizcarra en el Congreso, lo que terminó de convencer a algunas bancadas de votar a favor de la vacancia?, ¿quizás fueron ambos?

¿Fue la contundente votación en favor de la vacancia, o fue una –quizás- negativa de las Fuerzas Armadas y Policiales a seguir apoyando a Martín Vizcarra luego de la aplastante votación, lo que determinó que el ahora ex Presidente acepte la decisión parlamentaria sin discusión alguna?, ¿quizás fueron ambas?

Las respuestas a estas preguntas serán parte de la reconstrucción de la historia de los momentos de Martín Vizcarra en el gobierno. Como también lo serán los relatos sobre su actuación en la caída de Pedro Pablo Kuczynski a partir de los “chats” con el ex ministro Hernández; la vacancia a manos del Congreso que él mismo convocó; y las afirmaciones populares de si se trató de “karma” o de una nueva versión de “quien a hierro mata…”. Lo que no será historia sino presente y futuro, serán las investigaciones y procesos que el ex Presidente tendrá que afrontar.

Con esta vacancia se cierra el segundo tiempo del gobierno de Peruanos por el Kambio, y se inicia el tercer tiempo o suplementario dentro del mismo período de gobierno. Un período de 9 meses –como el de Valentín Paniagua- de verdadera transición –ahora sí- que pudo haber estado en las manos de Mercedes Aráoz, si no hubiese apresurado ella misma la aprobación de su renuncia.

Una Presidencia de Manuel Merino genera muchas resistencias y temor. Y no es para menos, si miramos con atención todos los cuestionamientos que se han hecho a las acciones y decisiones que el actual Congreso ha tomado.

El mayor temor es que en este tercer tiempo o suplementario Manuel Merino haga un gobierno prácticamente parlamentario, con un gabinete que salga de las bancadas o de las recomendaciones de estas, y que el Ejecutivo se convierta en una prolongación del Legislativo, aceptando sin discusión u observación todas las leyes que emanen del Parlamento.

Eso sería un error garrafal. Si Manuel Merino quiere legitimarse como Presidente de la transición, debe gobernar desde el Ejecutivo con un gabinete independiente del Legislativo, que defienda sus fueros y la independencia y el equilibrio de los poderes, que sea un contrapeso al Congreso, que no tenga vínculos con las candidaturas presidenciales, y que no se suba a la ola populista que una campaña electoral puede generar.

Este gabinete debe estar integrados por profesionales del mejor nivel posible. Porque debemos ser realistas, no va a ser fácil reclutar a los mejores en medio de tanta crisis y de tantas acusaciones. Todos los sectores son importantes, pero de vital importancia son los de Salud (la amenaza de la segunda ola del Covid, la difteria, el dengue y la malaria hacen de este sector un centro neurálgico), Economía, Interior, Educación, Justicia, y ahora el de Defensa.

El cumplimiento del cronograma electoral ya establecido debe ser escrupuloso e inalterable. Ni un solo día puede moverse. Merino parece haberlo entendido así, y por eso se ha apresurado a sacar anoche un Comunicado a la Nación comprometiéndose a eso. Pero el papel aguanta todo. Lo importante serán sus nombramientos y sus actos. La neutralidad y transparencia del proceso electoral serán sus mayores retos en lo político

El otro punto muy importante en este tercer tiempo será el de las medidas económicas y el uso de los recursos públicos en estos 9 meses. Si el país se paraliza o no se recupera con eficacia y responsabilidad, se generará un rápido descontento que convertirá a Merino en villano y a Vizcarra en víctima.

Y finalmente la seguridad interna y la lucha contra la delincuencia será una tarea urgente.

Si Merino se rodea de los mejores colaboradores que le sea posible; enfrenta estos retos con responsabilidad y decisión, pero sobre todo con honestidad, independencia, y transparencia; y entrega el gobierno el 28 de julio a un ganador indiscutible, habrá cumplido con el país.