Director Ejecutivo CIES (*)
Según la última encuesta de intención de voto (IEP, fines de febrero), si las elecciones fueran mañana, Yonhy Lescano y Verónika Mendoza pasarían a la segunda vuelta electoral. A diferencia del 2016, cuando el balotaje se decidió entre dos partidos de derecha, ahora la batalla final se lucharía entre la centro-izquierda y la izquierda. Pero, en realidad, nada está dicho en una elección con 20 partidos y 18 candidatos presidenciales.
En el 2011 y el 2016 compitieron 10 candidatos. En el 2011 Castañeda y Toledo se avizoraban como los favoritos seis meses antes de la primera vuelta, para desinflarse a partir de febrero. En abril del 2011, Humala, arremetiendo desde el cuarto lugar, ganó, seguido por Keiko, ocho puntos detrás. Finalmente, su giro hacia el centro, la hoja de ruta, le valió el triunfo en junio, con un margen de tres puntos.
Durante el 2016 se produjeron menos sorpresas en la primera vuelta. Keiko, que brillaba con más del 30% en las encuestas, ganó efectivamente en abril, con casi el doble de votos que PPK. Al final, gracias a su antivoto, se le quemó el pan en la puerta del horno, perdiendo por un cuarto de punto frente a PPK en junio.
Esta vez la situación es diferente. Se han presentado casi el doble de candidatos, la distancia entre ellos ha sido más pequeña; y el puntero inicial –Forsyth– ha descollado por menor margen. Además, la crisis de representatividad de los partidos y de legitimidad de sus líderes, así como la desconfianza, se han agudizado. Peor aún en tiempos de pandemia; y de “sálvese quien pueda”.
Con fragmentación política, desinterés y desencanto ciudadano, la volatilidad aumenta; y la medición de las preferencias se complica. Por eso, usamos un promedio de las cuatro principales encuestadoras: Ipsos, IEP, Datum y CPI. Descontando las categorías blanco, viciado y no precisa (35% del total), los cuatro punteros de febrero, en términos de votos válidos, son Forsyth (15.1%), Lescano (14.8%), Fujimori (11.8%) y Mendoza (11.1%).
Con relación a enero, Forsyth pierde 6.8 puntos porcentuales y Guzmán 3.7 puntos, mientras quienes más crecen son Lescano (5.7 puntos) y López Aliaga (3.5 puntos). Fujimori, Mendoza y Urresti suben ligeramente.
La foto de febrero del 2021, con cuatro punteros que sobrepasan el 10% válido, no es, necesariamente, el fin de la película. Sin embargo, tanto en el 2016 como en el 2011, los dos finalistas en la primera vuelta de abril ya se encontraban en el top 4 de las encuestas de febrero.
Curiosamente, estos cuatro representan bien el espectro político: la izquierda, la centro-izquierda, la centro-derecha y la derecha. En el 2011 pasaron a la final dos polos, pero la izquierda se moderó para ganar. En el 2016 dos derechas triunfaron en abril, pero paradójicamente gatillaron un quinquenio de inestabilidad política. Hoy en día, en medio de una feroz pandemia, una severa recesión y un masivo desempleo, el escenario que uno esperaría estaría más cercano al del 2011 que al del 2016.
(*) Opinión personal.