Digna Calle ha pedido licencia sin goce de haber desde enero de este año. (Foto: Congreso)
Digna Calle ha pedido licencia sin goce de haber desde enero de este año. (Foto: Congreso)

CONGRESO. Como es sabido, la idea de que exista un Congreso de la República como parte de todo sistema democrático es que este sea el organismo que esté conformado por los representantes del pueblo. Así, una de las labores más importantes de cualquier congresista –sino la más importante– es justamente la de representar. Y para poder representar, un requisito básico e indispensable, que uno esperaría que todo congresista sepa que debe cumplir, es acudir efectivamente a trabajar.

Pues bien, esta idea tan simple no parece comprenderla la congresista Digna Calle, de la bancada Podemos Perú. Como se ha venido comentando, Calle en realidad vive en Estados Unidos desde enero de este año. Y, por lo menos hasta hace unos días, no parecía tener intenciones de volver pronto. Incluso, se supo que la aún congresista incluso ya tendría otras ocupaciones en Florida, que es el estado en donde vive ahora.

En un inicio se le concedió a Calle una licencia sin goce de haber, para que pueda estar ausente sin que los reflectores le apunten demasiado. Sin embargo, esta última venció definitivamente el pasado 26 de julio. Y si bien la congresista intentó tramitar una extensión de esta licencia, su pedido fue finalmente rechazado.

Durante todo este tiempo, Calle ha incumplido con el grueso de sus obligaciones como congresista, como asistir a las sesiones presenciales del Pleno y de las comisiones congresales o participar de la semana de representación. En vez de ello, ha dejado claro que sus motivos para haberse mudado a Estados Unidos son más bien personales y ha llegado a asegurar que no ha cometido ninguna falta. Según ella, ha cumplido con sus labores “utilizando los mecanismos que el Congreso le permite a los 130 congresistas y conjuntamente con mi despacho seguiremos trabajando por el bienestar del país”.

Así, la congresista Calle demuestra creer que el mantener un despacho acéfalo y acudir a algunas sesiones virtuales ya es cumplir con su trabajo. Pero claro que no es así. Un congresista debe ser quien dirige el despacho congresal, no administrarlo remotamente. Y debe ser quien participe más activamente en el resto de sus responsabilidades.

Ahora que se ha vencido su licencia, desde su bancada han pretendido sugerir que Calle esta vez sí volverá a Lima y que ahora sí empezará a trabajar como debe. Según José Luna Gálvez, líder de Podemos, “la congresista va a estar en setiembre”.

Pues muy tarde. El desprecio de la congresista Calle hacia sus electores y hacia el país ha cruzado ya todo límite remediable. La única salida razonable para su caso es el desafuero. Que, desde su bancada, pretenda otra cosa deja claro que su noción política está en la calle.