DESCONEXIÓN. Los últimos cambios de presidentes vividos en el país no han hecho sino agravar más la percepción ciudadana sobre la política, que hoy se debate entre la incertidumbre y el escepticismo, tal como lo muestra la última encuesta realizada por Datum para Gestión.
En el corto plazo, las cifras que hoy publicamos muestran que el presidente Francisco Sagasti inicia su corto mandato con una aprobación de 46%, menor a la que tenía PPK o Vizcarra cuando asumieron la Presidencia. Sin duda, el hecho de haber sido elegido por el Parlamento y no por el país es una de las razones de esto. Pero, además, un 9% dice no conocerlo, lo que debería obligar al mandatario a hacerse un poco más presente en el día a día de la población.
Tampoco hay un gran entusiasmo por su Gabinete. Para la mayoría es igual (44%) o peor (20%) que el que tenía Vizcarra. Nuevamente, la polarización que llevó a Sagasti a la Presidencia le juega en contra. Tampoco ayuda que en menos de un mes ya tenga tres ministros del Interior en su haber. Y justo sobre este punto el pesimismo de la ciudadanía se hace evidente, pues si bien un 68% está a favor de la reestructuración de la Policía Nacional del Perú (PNP) y cree que el mandatario no debe dar marcha atrás, para un 46% luego de este proceso la labor de la PNP seguirá igual, mientras que para un 12% empeorará.
Tampoco le va bien al Congreso, ya que apenas un 19% aprueba la labor que realiza, y si bien la mayoría espera que el trabajo con el Gobierno de transición sea de diálogo y respeto mutuo, un alto porcentaje reconoce que sigue siendo una relación de enfrentamiento.
Pero lo más preocupante no es la mirada que tiene la población del corto plazo, sino que en el largo plazo las cosas parecen ir peor. A cuatro meses de realizarse los comicios generales, y con 23 postulantes en carrera, un 56% admite que no tiene candidato (votaría en blanco o viciado o no sabe por quién votar). Esta cifra muestra la desconexión existente entre los candidatos y la población. Una desconexión evidente, pues fueron muy pocos los que se pronunciaron durante la crisis generada luego de la vacancia de Vizcarra y muchos menos los que dieron su punto de vista respecto a los reclamos de los trabajadores del sector agrario; ni qué decir sobre lo que está pasando en Las Bambas o La Oroya.
Pareciera que los candidatos viven en una realidad virtual, que no es la que vive el país y que no tienen interés en conocer. Siendo así, sin importar quien logré ganar la Presidencia, el malestar de la calle y la desconfianza se mantendrán.