Hace dos años, Reino Unido aprobó una enmienda a su ley contra el blanqueo de capitales para exigir que sus territorios de ultramar establezcan registros públicos de beneficiario. (Foto: Reuters)
Hace dos años, Reino Unido aprobó una enmienda a su ley contra el blanqueo de capitales para exigir que sus territorios de ultramar establezcan registros públicos de beneficiario. (Foto: Reuters)

Las organizaciones que luchan contra los paraísos fiscales afirman que los esfuerzos que realiza el Reino Unido en cuanto a la mejora de la transparencia financiera en dos de sus territorios de ultramar son insuficientes y exigen medidas más contundentes.

Hace dos años, el país aprobó una enmienda a su ley contra el blanqueo de capitales para exigir que sus territorios de ultramar establezcan registros públicos de beneficiarios, para dejar al descubierto los verdaderos propietarios detrás de muchas empresas tapadera.

Las caribeñas Islas Vírgenes británicas, consideradas por las oenegés que luchan contra la corrupción y el blanqueo como uno de los centros financieros más opacos del mundo, fueron las últimas en acatar la orden a finales de septiembre, aceptando hacer público su registro de sociedades para el 2023.

“Esta es una gran noticia, estaban retrasándolo a pesar de que es una obligación legal desde el 2018”, dice Nienke Palstra de Global Witness.

Según esta oenegé anticorrupción, numerosos escándalos, desde las recientes filtraciones de la FinCEN hasta los famosos Papeles de Panamá, muestran que este archipiélago constituye uno de los principales centros extraterritoriales para el blanqueo y la evasión fiscal.

Alex Cobham, de Tax Justice Network, considera que aunque el compromiso de las Islas Vírgenes es “bienvenido”, es “débil” y más bien una reafirmación disfrazada del statu quo: su primer ministro, Andrew Fahie, habló de “trabajar para” establecer registros de propietarios, “con ciertas reservas”.

Pero Pasltra es optimista y considera que el establecimiento de dichos registros “desalienta” los intentos de trasferir allí dinero procedente de la corrupción o la delincuencia.

Reconoce sin embargo que “el problema es la forma en que se accede a esta información” con “plazos y tarifas” que pueden desalentar a los solicitantes.

Desestabilización

Por su parte, las Islas Caimán fueron retiradas esta semana de la lista negra de la Unión Europea de paraísos fiscales, gracias a la introducción de reformas.

Sin embargo, para la oenegé Oxfam la eliminación de “uno de los paraísos fiscales más famosos del mundo de la lista negra de paraísos fiscales de la UE es una prueba más de que este procedimiento no funciona”.

Dicha lista, destinada a combatir la evasión fiscal por parte de las multinacionales y las grandes fortunas, se creó en diciembre del 2017 a raíz de varios escándalos, entre ellos los Papeles de Panamá y LuxLeaks.

Para la Tax Justice Network, el peligro de las Islas Caimán radica menos que en el pasado en el tráfico de dinero procedente de la delincuencia o la corrupción, y más en la desestabilización del sistema financiero.

Y, recordando que el archipiélago jugó un papel importante en la crisis financiera del 2008, denuncia que su sistema fiscal permite “a las grandes entidades internacionales eludir los impuestos y reglamentos” de los países en que operan.

Transparencia Internacional, otra asociación que lucha contra el dinero sucio, denuncia cómo mecanismos financieros como los fideicomisos, fondos de inversión privados utilizados en particular para los bienes de los superricos, escapan a los registros y siguen siendo opacos.

La llegada del Brexit, y con él el deseo del primer ministro Boris Johnson de recuperar el control de la reglamentación británica, han hecho temer una política fiscal más agresiva por parte del Reino Unido y sus territorios.

“Desde las elecciones de diciembre del 2019”, donde Johnson arrolló, “el gobierno británico no ha mostrado ningún interés visible en la transparencia financiera”, en particular al revocar los compromisos contraídos con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de compartir información sobre sus multinacionales país por país, señala Cobham.

“Existe la sensación de que (la lucha contra la opacidad financiera) no es una prioridad para ellos”, pero “no creo que veamos una desaceleración” en los esfuerzos contra el lavado de dinero, afirma Sarah Hall, especialista financiera del grupo The UK in a Changing Europe (el Reino Unido en una Europa que cambia).