La humanidad debe curar a los océanos afectados por el cambio climático, la contaminación y la pesca excesiva, con la esperanza de preservar la vida marina y salvar la nuestra, advierten varios expertos ante una importante conferencia de la ONU que se abre el lunes en Lisboa.
Es gracias a las océanos -que, década tras década, absorben un cuarto de la contaminación de CO2 y más del 90% del exceso de calor-, que se puede seguir viviendo en la superficie de la Tierra.
A cambio, nuestra especie ha derramado montañas de plástico en el mar y lo ha vaciado de sus grandes peces. El litoral ha sido contaminado por los productos químicos y agrícolas, creando zonas muertas privadas de oxígeno.
“Al menos un tercio del número de peces salvajes es pescado de manera excesiva y menos del 10% del océano es protegido”, afirma a la AFP Kathryn Mathews, directora científica de la ONG estadounidense Oceana.
“Barcos de pesca ilegales arrasan con toda impunidad, tanto en aguas costeras como en alta mar”, subraya.
De un monto de cerca de US$ 35,000 millones, las subvenciones que alientan la sobrepesca serán seguramente criticadas con dureza en Lisboa, a pesar de los primeros pasos dados la semana pasada por la Organización Mundial del Comercio (OMC) con vistas a una prohibición parcial.
Pero, entre tanto, la acidificación de los océanos provocada por el CO2 y las olas de calor marino, que pueden durar varios meses, continúan matando a los arrecifes de corales, de los cuales dependen un cuarto de la vida en el mar y unos 250 millones de personas.
“Apenas tenemos una pequeña idea del alcance de la devastación provocada por el cambio climático en la salud de los océanos”, asegura Charlotte de Fontaubert, principal experta en economía azul en el Banco Mundial.
“Da miedo”
Organizada de manera conjunta por Portugal y Kenia, la conferencia de la ONU sobre los océanos -prevista en principio para abril de 2020 y postergada a raíz del covid- reunirá durante cinco días a miles de representantes de gobiernos, empresas, instituciones científicas y oenegés en busca de soluciones.
A pesar de que todos no plantean los mismos remedios, están ampliamente de acuerdo en lo que está en juego.
“Si no hacemos lo que es necesario corremos el riesgo de encontrarnos con un océano muerto”, resume a la AFP Rashid Sumaila, especialista en pesca y profesora de la Universidad de Columbia Británica.
“Imagine eso... ¡Da miedo!”, afirma.
Con propuestas que van del reciclaje a la prohibición total de las bolsas de plástico, este tipo de contaminación también estará en el programa de la conferencia, con el objetivo de invertir las tendencias actuales según las cuales los océanos tendrán hacia 2050 tantos plásticos como peces.
Desde los buques factoría asiáticos que recorren alta mar hasta los barcos de pesca artesanal que navegan el litoral de los trópicos, la pregunta de saber cómo avanzar hacia una pesca duradera será otro de los temas de debate en Lisboa.
Nuevo leitmotiv, “la alimentación azul” debe hacer de los océanos un medio de subsistencia a la vez duradero y equitativo.
“Los peces salvajes del mar pueden representar una fuente de proteínas y de micro-nutrientes capaces de ofrecer a mil millones de personas una comida sana diaria, por siempre”, precisa Kathryn Mathews, de la oenegé Oceana.
El floreciente sector de la acuacultura provoca preocupación a raíz de la destrucción de importantes manglares o por el uso excesivo de antibióticos.
Cumbres de fin de año
La conferencia podría permitir establecer que la producción de pesca en mar abierto, en baja desde los años 1990, está siendo superada por la de la acuacultura, con unos 100 millones de toneladas anuales procedentes de cada uno de ellas.
Muchos ministros y algunos jefes de Estado participarán en la reunión en Lisboa, que no tiene sin embargo la misión de servir de sesión de negociaciones formales.
De todos modos, algunos participantes aprovecharán para defender una política ambiciosa para los océanos con vistas a dos cumbres cruciales que se llevarán a cabo hacia finales de año.
Una de ellas es la conferencia de la ONU sobre el clima COP27 de noviembre en Egipto. La otra es la muy esperada conferencia de Naciones Unidas sobre biodiversidad COP15, que se celebrará finalmente en Canadá y no en China.
Una coalición que reúne a cerca de un centenar de país impulsa una medida faro que declare zonas de protección que cubran el 30% de los océanos y las tierras del planeta.