Las grandes ausencias en Rusia 2018 no impedirán que la FIFA cumpla sus metas económicas.
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¿Un nuevo big bang en el fútbol? ¿Una nueva 'ley Bosman'? Un tribunal de Bruselas, especializado en derecho de la competencia, deberá pronunciarse el jueves sobre la propiedad de terceros de los jugadores, actualmente prohibida por la .

La TPO (en inglés "third party ownership"), prohibida por la , es la posibilidad que tenían los inversores exteriores a un club de poseer una o varias partes de los derechos económicos de un jugador.

¿Con qué objetivo? Recibir una parte del valor en un futuro traspaso. Actualmente, según las reglas de la , solo los clubes tienen derecho a poseer la 'propiedad' de un jugador.

En el origen del caso se encuentra el club belga Seraing (tercera división), que había firmado un contrato de propiedad de terceros con el fondo de inversión Doyen Sports en enero del 2015.

El Seraing rechazó aceptar la prohibición de la TPO decretada cuatro meses después por la y fue sancionado con 150,000 euros de multa por la FIFA.

Su combate fue apoyado por las ligas española y portuguesa, que depositaron una denuncia sobre el tema ante la Comisión Europea.

La , respaldada por la UEFA y por Fifpro, el sindicato mundial de jugadores profesionales, se opone con firmeza a este mecanismo.

"Una pierna de uno, un brazo del otro, transformando el contrato de trabajo en producto financiero", señaló recientemente Philippe Piat, presidente del sindicato.

Consejero de Bosman
El abogado del Seraing es Jean-Louis Dupont, uno de los consejeros de Jean-Marc Bosman, cuyo caso permitió liberar el mercado de fichajes en 1995, instaurando la libre circulación de jugadores y acabando con las cuotas FIFA (según las nacionalidades).

Según Dupont, la prohibición de la TPO se hizo "bajo el pretexto de proteger los valores éticos y que la FIFA utilice su poder regulador para favorecer sus propios intereses económicos y de sus miembros últimos, los clubes, monopolizando en su único beneficio un mercado de fichajes que ha decidido crear y regular".

"¿Dónde está la ética cuando el jugador no puede ser propietario de sus propios derechos?", preguntó el jurista que podría estar en el origen de un nuevo 'caso Bosman'.

En este caso, el abogado belga pone en duda también la independencia del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que avaló la sanción de la al Seraing.

El argumento de Dupont es que el TAS está financiado por las federaciones deportivas, entre ellas la FIFA, y no puede ser independiente.

En marzo la ganó un primer combate ante la justicia suiza: un tribunal federal confirmó al TAS su estatus de corte suprema de la justicia deportiva.

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