El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habla en una sesión conjunta del Congreso mientras la vicepresidenta Kamala Harris (izq.) y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, están detrás de él en el Capitolio. (EFE / EPA / Doug Mills).
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habla en una sesión conjunta del Congreso mientras la vicepresidenta Kamala Harris (izq.) y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, están detrás de él en el Capitolio. (EFE / EPA / Doug Mills).

En su primer discurso ante el Congreso, Joe Biden pidió a los legisladores que piensen en grande. Pero sus colosales planes de inversión aún tienen que superar el obstáculo de un parlamento profundamente dividido que está poniendo a prueba sus autoproclamadas habilidades de negociación.

Estados Unidos está avanzando nuevamente. ¡Y no podemos detenernos!”, lanzó el 46 presidente estadounidense ante los legisladores reunidos en Capitol Hill el miércoles por la noche.

Inversiones en empleos e infraestructura como las que estamos considerando a menudo se han beneficiado del apoyo” de ambos partidos, Republicano y Demócrata, dijo. “Así que pongámonos a trabajar”.

Mientras superó, en la víspera (jueves) el hito simbólico de los 100 primeros días en el poder, su visión de una amplia cooperación entre ambos partidos parece muy, muy lejana.

Aunque en marzo logró la rápida aprobación de un vasto plan para apoyar a la economía estadounidense, golpeada por la pandemia, sus otros dos proyectos titánicos de inversión - de infraestructura “para trabajos” y otro “para familias” -, que implican varios billones de dólares, no tienen asegurado el mismo destino.

Biden puede ciertamente contar con mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado, pero sus márgenes son tan estrechos, especialmente en la cámara alta, que una sola deserción pondría en peligro sus planes.

Los demócratas podrían apoyarse en una regla que les permite sortear, excepcionalmente y para algunas iniciativas, un obstáculo de peso en el Senado que los obliga a buscar 60 votos, sobre 100, para vencer en una votación final.

Si logran superar ese escollo, les bastaría una mayoría simple para que sus dos grandes proyectos reciban el visto bueno parlamentario.

Tienen el mismo número de senadores que la oposición republicana (50 cada uno), pero la vicepresidenta Kamala Harris dispone de un voto de desempate.

Pero incluso en este escenario, el presidente “simplemente carece de margen de error”, dijo Kyle Kondik, un experto en ciencias políticas de la Universidad de Virginia.

A menos que pueda de alguna manera conseguir el apoyo republicano. Pero eso implicaría que acepta” medidas mucho menos ambiciosas que las que ha presentado.

No obstante, si el presidente apunta a negociar con los republicanos podría perder apoyo en su propio campo, desde progresistas como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez hasta los senadores centristas Joe Manchin y Kyrsten Sinema.

Los partidos simplemente no están en sintonía con estas propuestas”, concluye Kyle Kondik.

“Sandernistas”

Entre los republicanos crece el descontento contra un presidente que, según ellos, ha olvidado sus orígenes moderados para alinearse detrás de los “radicales” de izquierda.

Debe dejar de escuchar a los ‘sandernistas’”, dijo el senador republicano Chuck Grassley, jugando con el nombre de Bernie Sanders.

El presidente Biden debe ser lo que fue el senador Biden” durante más de 35 años, continuó este conservador.

Los norteamericanos eligieron un Senado al 50-50, con una estrecha mayoría en la Cámara, y un presidente que predicaba la moderación. Pero estos primeros 100 días dejan mucho que desear”, denunció el miércoles el líder de los senadores republicanos Mitch McConnell antes del discurso de Biden, al que luego aplaudió muy poco.

Sin embargo, no es demasiado tarde”, agregó. Los demócratas aún pueden “fomentar el consenso en lugar de profundizar nuestras divisiones”.

Para Jenna Bednar, profesora de ciencia política en la Universidad de Michigan, Biden debe sobre todo convencer a los opositores y a los demócratas centristas que podrían dudar en apoyar sus colosales planes de que “sus proyectos son muy populares entre sus electores”.

El diputado demócrata Eric Swalwell se mostró confiado el miércoles por la noche.

Biden ya logró” aprobar el plan de estímulo, y sus dos nuevos grandes proyectos son “populares entre los estadounidenses”, manifestó.

Los republicanos de aquí”, del Congreso, “¿van a ponerse del lado de los republicanos de todo el país?”, se preguntó. “¿Seguirán obstruyendo sólo por obstruir o trabajarán con nosotros en programas populares?