China acusó este miércoles a los países del G7 de “sembrar la división” después de que el grupo de los países más ricos condenó las prácticas comerciales de Pekín en una declaración al final de la cumbre.
Los líderes del G7 criticaron el martes las “prácticas no transparentes de China y las intervenciones que distorsionan el mercado”, en un comunicado en el que también afirmaron que van a buscar “reducir la dependencia estratégica” de Pekín.
Al final de la cumbre en Alemania, los países del G7 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá) usaron un tono inusualmente duro con China en la declaración final.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, respondió el miércoles afirmando que la declaración de los países ricos muestra que están “deseosos de sembrar división y confrontación, sin ningún sentido de la responsabilidad o la moralidad”.
El G7 debería allanar la globalización en lugar de alentar la división “en un momento crítico para la comunidad internacional de lucha contra la pandemia y de esfuerzos para la recuperación económica”, indicó Zhao en una conferencia de prensa.
Estados Unidos critica desde hace tiempo las prácticas comerciales de Pekín, acusándola de favorecer a las empresas chinas en detrimento de las compañías extranjeras.