El Banco Central de Brasil en Brasilia, Brasil, el miércoles 2 de febrero de 2022.
El Banco Central de Brasil en Brasilia, Brasil, el miércoles 2 de febrero de 2022.

En la víspera de la decisión de política monetaria, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, intensificó las críticas contra el banco central del país, calificándolo de “irresponsable” por mantener los costos de endeudamiento en un máximo de seis años. Se proyecta que la decisión no producirá variación en el índice de referencia Selic.

Lula da Silva dijo este martes que continuará “atizando” al Banco Central hasta que baje la tasa de interés de referencia, hoy en el 13.75 %, un porcentaje que consideró “absurdo” con el actual escenario económico.

Lo que encuentro verdaderamente absurdo es que las tasas de interés estén en 13.75%”, dijo Lula el martes en una entrevista con un sitio web local. Ese nivel “no tiene lógica” porque la inflación no es causada por un exceso de demanda, dijo. “Seguiré hablando de esto y luchando por bajar las tasas de interés para que la economía recupere las inversiones”.

Las declaraciones del líder progresista llegan el día en que el Comité de Política Monetaria del Banco Central inició una nueva reunión para decidir si mantiene o modifica los tipos dentro de un contexto de fuerte desaceleración económica, lo que se conocerá este miércoles.

El mandatario señaló que no hay motivos para mantenerlos en el 13.75% “en un momento en que no existe crisis de demanda”, ni “exceso de demanda”.

A esas críticas se sumó este martes el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien en un simposio en Río de Janeiro se quejó de que los tipos están “exageradamente elevados”.

El Gobierno de Lula, en el poder desde el 1 de enero, se ha quejado en diversas ocasiones de que la manutención de los tipos en el 13.75% está afectando negativamente el crecimiento de Brasil, que será de menos de un 1% este año, según el mercado financiero.

El jefe de Estado ha prometido, sin embargo, que bajo su mandato “Brasil va a volver a crecer” de manera robusta, a pesar de las previsiones de organismos internacionales, que también prevén una expansión de alrededor de un 1% para este 2023.

El Banco Central, por su parte, se ha resistido a aflojar el costo del dinero debido a la elevada inflación, actualmente en el 5.60% interanual, aunque con tendencia a la baja, y la incertidumbre en torno a la política fiscal del Gobierno de Lula.

Sectores de la izquierda han acusado al presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, de servir los intereses del exmandatario Jair Bolsonaro.

Pronóstico

Se anticipa que las autoridades de política monetaria dirigidas por Roberto Campos Neto mantendrán las tasas sin cambios en 13.75% por quinta vez consecutiva el miércoles. Esa postura ha irritado a Lula, quien ha atacado públicamente al banco central desde que asumió el cargo en enero, alegando que la institución pone en peligro la recuperación económica que prometió durante su campaña. El producto bruto interno (PBI) se contrajo a fines del año pasado y los analistas pronostican una expansión inferior al 1% en 2023.

Mientras tanto, la inflación anual se desaceleró menos de lo previsto en febrero, y la mayoría de los analistas anticipan que los precios al consumidor aumentarán más allá de la meta hasta 2025.

En sus declaraciones, Lula reiteró sus críticas a la autonomía del banco central. “Él necesita controlar la inflación pero también cuidar los empleos, cosas que no le importan”, dijo Lula en referencia a Campos Neto. El presidente reconoció que la ley actual pone en manos del Senado la facultad de destituir al jefe del banco central.

Lula también dijo que el Gobierno presentará su propuesta de nuevas reglas de gasto público después de que regrese de su viaje a China este mes. El nuevo marco fiscal ha sido promocionado por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, como un plan para calmar las preocupaciones de los inversionistas sobre el presupuesto de Brasil y ayudar al banco central a reducir las tasas de interés.

Miembros clave del Partido de los Trabajadores de Lula también han criticado al banco central en las últimas semanas y algunos de ellos exigen la renuncia de Campos Neto. El presidente del banco central ha reiterado que tiene la intención de permanecer en su cargo hasta que finalice su mandato en diciembre de 2024.

Con información de Reuters y Bloomberg