Austria ya no es del todo imparcial. En 1995 se incorporó a la Unión Europea (UE) y participa en la seguridad y defensa comunes previstas por el Tratado de Lisboa del 2009.
Austria ya no es del todo imparcial. En 1995 se incorporó a la Unión Europea (UE) y participa en la seguridad y defensa comunes previstas por el Tratado de Lisboa del 2009.

Austria y Suecia son dos países que no pertenecen a la OTAN y cuyo estatuto neutral Rusia citó como ejemplo para aplicar en Ucrania aunque, desde la invasión rusa, ambos se están cuestionando la viabilidad del modelo.

El gobierno de Ucrania, por su parte, rechazó la propuesta pidiendo “garantías absolutas de seguridad” frente a Rusia.

Austria, aferrada a su neutralidad

La neutralidad forma parte de la identidad austriaca”, recuerda Martin Senn, politólogo de la Universidad de Innsbruck.

Este estatuto, impuesto en 1955 por los soviéticos, que ocupaban el país junto a los occidentales desde hacía diez años, convirtió a Austria, aliada de Hitler, en escenario de encuentros históricos.

Jruschov estrechó allí la mano de Kennedy en 1961, Brezhnev la de Carter en 1979 y la ONU, igual que otras instituciones internacionales, instaló una de sus sedes.

Desde entonces, el gobierno de Viena aboga por la paz en el mundo y sigue siendo el marco de muchas negociaciones multilaterales.

Sin embargo, Austria ya no es del todo imparcial. En 1995 se incorporó a la Unión Europea (UE) y participa en la seguridad y defensa comunes previstas por el Tratado de Lisboa del 2009.

Según Martin Senn el país nunca “discutió realmente” sobre la neutralidad y ahora surge un debate “urgente”.

Rusia, con quién Austria tiene tradicionalmente relaciones cercanas, criticó la “neutralidad de fachada” de Viena al apoyar la causa ucraniana, como el resto de países occidentales, con algunas excepciones como Serbia.

Fue necesaria esta guerra atroz a unos cientos de kilómetros para que dejáramos de ser ingenuos”, dijo Christian Rainer en un artículo de opinión del semanario Profil.

Austria es de los países de la UE que menos gasta en defensa, solo el 0.7% del PBI y el Gobierno ya ha anunciado que quiere alcanzar el 1%, como la vecina Suiza, que tiene el triple de soldados, aviones de combate o tanques y también está debatiendo su neutralidad por la guerra de Ucrania.

Pero el jefe de gobierno austriaco, Karl Nehammer, militar de carrera, rechaza por el momento abrir este debate y asegura que “Austria se mantendrá neutral”.

En cuanto a entrar en la OTAN, cuatro de cada cinco austriacos están en contra, según una encuesta reciente.

Debate en Suecia

Suecia se considera a si mismo no alineado en tiempos de paz y en tiempos de guerra aspira a la neutralidad.

En 1992, al final de la Guerra Fría, abandonó su política de estricta neutralidad y tres años más tarde, en 1995, entró en la UE.

Suecia es uno de los pocos países de Europa que no ha estado en guerra desde hace más de dos siglos. No es miembro de la OTAN, aunque es socio de la alianza militar desde la década de 1990.

Tras haber reducido drásticamente su gasto militar, que pasó de casi el 4% del Producto Bruto Interno (PBI) en los años 1960 y 1970 a poco más del 1% a principios de la década del 2010, inició una fase de inversiones masivas tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en el 2014.

Ahora, tras la invasión de Ucrania, Suecia quiere alcanzar el 2% del PBI lo más rápido posible, probablemente para el 2030.

Por primera vez, la mayoría de suecos son favorables a entrar en la OTAN. Pero la primera ministra socialdemócrata Magdalena Andersson, cerró la puerta a esa posibilidad por miedo a “desestabilizar” la situación en el norte de Europa.