Alemania y otros gobiernos de la Unión Europea (UE) se mostraron cautelosos en una reunión a puerta cerrada sobre los topes de precios del petróleo ruso, un día después de que el G7 acordó empezar a trabajar de forma urgente en el asunto, informaron funcionarios comunitarios a Reuters.
El martes, los líderes del Grupo de Siete grandes economías mundiales acordaron explorar “la viabilidad de introducir topes temporales a los precios de importación” de los combustibles fósiles rusos, incluido el petróleo, y encargaron a los ministros que evaluaran la propuesta con urgencia.
Un día después, el enviado de Alemania a la UE dijo a sus homólogos en una reunión restringida que el mundo debería ser “realista” con respecto a una propuesta, que, según dijo, se añadió a la declaración del G7 tras la “intensa presión” de Washington, según un funcionario que asistió a la reunión.
El enviado también señaló que no se espera que se llegue a un acuerdo sobre la aplicación de topes en un futuro próximo, según la fuente.
Hungría y Bélgica también expresaron su preocupación por la declaración del G7 sobre las sanciones, según el funcionario, y Hungría apoyó de forma explícita la cautela de Berlín sobre los topes de los precios del crudo.
Un segundo funcionario de la UE familiarizado con las conversaciones confirmó que Alemania y otros países expresaron su desconfianza respecto a los topes.
Un portavoz de la embajada alemana ante la UE declinó hacer comentarios. Un funcionario del gobierno germano dijo el jueves que “el éxito de este plan depende de la cooperación internacional”.
Stefano Sannino, secretario general del servicio diplomático de la UE, declaró el jueves que un tope de precios sólo será efectivo si se aplica de manera universal, por lo que sería necesario un acuerdo entre los países del G20, no sólo del G7.
“Hay que asegurarse de que no se produzca una distorsión del comercio y que lo único que ocurra sea que el petróleo vaya a otros lugares con otros transportistas y asegurado por otras compañías, con lo que el precio sigue siendo el mismo”, comentó Sannino en una conferencia del Foro UE-Reino Unido.
En virtud de las sanciones impuestas por la UE, que entrarán en vigor en diciembre, se prohibirán en todo el mundo los seguros y otros servicios financieros cruciales para los envíos de petróleo ruso.
Los críticos de esta medida temen que pueda provocar un aumento de los precios mundiales del petróleo debido al papel clave que desempeñan las empresas de la UE en los seguros de transporte, lo que supone un beneficio para Moscú.
Si se acuerda un tope, las empresas podrán comerciar con el petróleo ruso, en lugar de enfrentarse a una prohibición total. Sin embargo, las sanciones de la UE sobre el petróleo ruso, que tardaron semanas en acordarse, tendrían que retocarse y reabrir el debate sobre esta medida podría ser controvertido, según los funcionarios.