Más de 54,000 personas se han visto damnificadas en los últimos dos meses por las crecidas históricas de varios ríos en la frontera de Colombia con Venezuela, informó este martes el flamante mandatario Iván Duque.

La ola invernal ha provocado la subida de los principales afluentes de la región llana de la Orinoquía, afectando a 12,800 familias, que equivalen a 54,700 personas, dijo el mandatario a periodistas en Puerto Carreño, uno de los municipios más perjudicados.

Es una "situación difícil y de calamidad", que ha golpeado a seis departamentos y tiene a veinte municipios en una coyuntura "crítica", agregó.

Duque explicó que los afectados sufren "distintas magnitudes de daños" que van desde la destrucción total hasta parcial de viviendas.

El mandatario visitó este martes Puerto Carreño, capital del departamento del Vichada, donde según la estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) hay 7,100 damnificados.

La entidad aseguró que el departamento del Guainía, vecino del Vichada, es uno de los departamentos más perjudicado, con 14,000 damnificados.

La UNGRD sostuvo en un boletín que se han invertido unos US$ 3.7 millones para atender la emergencia derivada del mayor crecimiento de los ríos Meta, Orinoco, Bita, Guaviare, Inírida, Guainía y Atapabo en los últimos 40 años.

La subida del Orinoco, el más extenso de Venezuela, ha afectado a ocho estados de ese país, donde unas 5,500 personas permanecen en refugios adecuados por el gobierno en escuelas.

Las inundaciones en Venezuela han dañado cultivos y potencian el rebrote de enfermedades para las cuales faltan medicinas, cuya escasez se acerca al 90%, según la Federación Farmacéutica, en medio de la grave crisis económica en ese país.

Duque afirmó que las autoridades han desplegado planes sanitarios, de vivienda e infraestructura para atender la emergencia por las lluvias.