La violencia hacia las empresarias peruanas, dueñas de medianas o pequeñas empresas (mypes) formales, le resta 1.2% al Producto Bruto Interno (PBI) del Perú cada año, según un estudio de la Universidad San Martín de Porres (USMP).
Basándose en una comparación entre mujeres violentadas y mujeres no violentadas y la data de la última edición de emype, el estudio determinó que esta violencia le cuesta a cada microempresa formal unos US$ 9,100 al año, es decir, el 30% de su valor total.
El trabajo, que incluyó entrevistas de profundidad a 350 mujeres en diez ciudades a nivel nacional, indica que la violencia tiene un impacto económico negativo porque se dan menos horas de trabajo, sobrecostos por atención médica y otros gastos de bolsillo, incapacidad laboral por problemas emocionales o estrés, e incluso robo o pérdida de ganancias.
Arístides Vara Horna, director del centro de investigación de USMP, explica que existe entonces un falso empoderamiento de las mujeres emprendedores y empresarias del Perú.
El investigador recomienda que los stakeholders de esas empresarias les den las facilidades necesarias para poder desarrollarse. Por ejemplo, que las microfinancieras, bajo un enfoque de género, no restrinjan el acceso al crédito si es que no cuentan con la firma de ambos miembros de la pareja.
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