Sudamérica se ha vuelto en un destino poco amigable para los turistas por las crisis sociopolíticas. Sin embargo, para la Asociación Peruana de Agencia de Viajes (Apavit), Perú proyecta mantenerse a flote.
“En ámbito del turismo, Perú está aislado de las crisis sudamericanas. La crisis política local no ha afectado las reservas de viaje”, comentó Ricardo Acosta, presidente de la Apavit a Gestion.pe.
-Perú estable-
En el último año, Perú ha consolidado su imagen turística en el extranjero. Los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos “han demostrado internacionalmente que contamos con la infraestructura para un evento de alto calibre, lo que atrae al público extranjero”, afirma Acosta.
Según el portal de prensa de la Cámara Nacional de Turismo, el país albergó aproximadamente a 50,000 visitantes extranjeros en este evento.
Para este mes de noviembre, solo para la final de la Copa Libertadores —cuya sede cambió de Santiago de Chile a Lima—, se estima que unos 30,000 personas de Argentina y Brasil llegarán al Perú. Según la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Aportur), alrededor del 10% de estos hinchas aprovechará para hacer turismo interno.
Asimismo, el 7 de noviembre, miembros de PromPerú y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) volvieron a territorio nacional del continente asiático, después de realizar visitas a países como Emiratos Árabes Unidos y China para posicionar a la Marca Perú con productos nacionales como el pisco, el café y la gastronomía. Dichos esfuerzos están orientados para aumentar las exportaciones a esos países, así como para impulsar el turismo.
“Los turistas de Estados Unidos, de Europa y de Asia calculan sus viajes un año antes de viajar [hacia nuestra región], y como la situación política y social de los países vecinos no tienen una fecha de culminación, el Perú se ve como la opción más estable”, continúa Acosta.
Es decir, no sólo no afecta al turismo en el corto plazo, sino inclusive podría ser beneficioso a largo plazo, dentro del próximo año, por la naturaleza anticipatoria de las reservas.
La crisis política del Perú no fue vista como una amenaza a nivel internacional en términos de turismo. “Las noticias de Chile y Bolivia sí han afectado la percepción del turista extranjero por la violencia”, asegura el representante de la Apavit. Por ello, recomienda continuar con las promociones turísticas nacionales e inclusive reforzarlas, para que continúen visitando la región a pesar del contexto.
-Chile afectado drásticamente-
Las manifestaciones y crisis política de Chile han perjudicado rápidamente a su turismo interno. Según la agencia Reuters, la subsecretaria de Turismo de Chile comentó que “se ha caído aproximadamente el 50% de las reservas estas dos últimas semanas [al 1 de noviembre] (...) y no habrá nuevas reservaciones hasta que se estabilice la situación del país”.
Además, el presidente Sebastián Piñera anunció la suspensión de dos cumbres: la de los líderes de la APEC en noviembre y el encuentro sobre el cambio climático COP25 en diciembre. Ambas cumbres esperaban, aproximadamente, entre 40,000 y 50,000 visitantes. Desde el 18 de octubre, las ventas de turismo y entretenimiento, a nivel anual, disminuyeron en 36%, según datos de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
El presidente de la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica, Juan Pablo Swett, mencionó a la BBC que a la fecha en Chile sólo en la industria del turismo está conformada por 9,000 empresas que emplean a aproximadamente 170,000 personas.
-Bolivia como destino internacional no deseado-
En el caso de Bolivia, países del extranjero recomiendan a sus ciudadanos no viajar hacia dicho país por los disturbios. Así fue el caso de Estados Unidos, que el martes 12 de noviembre del Departamento de Estado actualizó su alerta de desplazamientos para Bolivia. Ordenó la salida de los familiares de sus diplomáticos y autorizó la partida de empleados estadounidenses no esenciales, según la agencia AFP.
A Estados Unidos lo acompaña el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación español, que recomienda a sus ciudadanos no ir, especialmente, con motivos de turismo por las revueltas violentas.
A la fecha, Bolivia ha cerrado su frontera con Perú. El Control Migratorio de Desaguadero informó al Perú que estaba restringido el trámite administrativo migratorio para las personas que transitan hacia su país. Según fuentes de Aduanas en Perú, significa que en teoría pueden transitar personas pero no mercancías, así que en la práctica los viajeros particulares no pueden entrar.
El Ministerio de Turismo de Bolivia se encuentra en crisis, por su parte. El 9 de noviembre, el viceministro de Turismo, Marcelo Eduardo Arze García, presentó su renuncia al cargo ante la ministra de esa cartera Wilma Alanoca. Ella renunció al día siguiente.