El impacto de la pandemia del COVID-19 y las medidas para mitigarlo han golpeado la economía familiar, dando como resultado que el porcentaje de población en condición de pobreza se incremente en el 2020, y el de la población vulnerable (la que está en riesgo de caer en pobreza) se mantenga elevado.
¿Qué se espera para el 2021? Álvaro Monge, socio de Macroconsult, señaló a Gestión que se proyecta que el 24% de la población estará en condición de pobreza este año, y un 33% en vulnerabilidad; es decir, 57%, o 6 de cada 10 peruanos, estarían en esa condición precaria este año. Si bien es una aparente mejora respecto al 2020, estos porcentajes prácticamente se estancarían hacia adelante.
“La pobreza se reduce, pero no de manera importante. No vuelve a su situación prepandemia, sino más bien se estabiliza en niveles altos. Esa perspectiva va en línea con la recuperación de la economía familiar (ver vinculada), que si bien es sostenida, avanza de manera muy lenta. Esto -además- va de la mano con las tendencias a nivel de vulnerabilidad, donde el porcentaje también se mantiene alto”, dijo.
Monge subrayó que después del fuerte impacto registrado en el 2020, todo lo que se alcance este año “puede parecer mejor”, pero hay que tener en cuenta - subrayó- que la sensación de bienestar no se comparará con la manera en la que nos sentíamos en el 2019: “estas cifras esconden un rebote estadístico”.
“En el 2019 teníamos una pobreza de 20%, que se habría incrementado 6 puntos porcentuales (pp) en el 2020; y para el 2021 hablamos de 4 pp más respecto al nivel prepandemia. En general, tienes un país que aumenta pobreza y mantiene ese empobrecimiento en los próximos dos años. Si bien hay una reducción con respecto al año pasado, es una reducción natural porque el 2020 es excepcional. Pero que la pobreza se estabilice en alrededor de 24% (de la población), es que hemos llegado a una nueva meseta”, detalló.
El cálculo de Macroconsult va hasta el 2022 (año en el que se registrarían cifras similares al 2021) (ver gráfico). ¿Es posible reducir ese nivel de pobreza y vulnerabilidad en el largo plazo? Se requiere una economía más dinámica de lo que observamos ahora, pero aún hay incertidumbre sobre qué ocurrirá en el marco del proceso electoral en el que está el Perú en este momento, mencionó.
Pobreza crónica
En el año 2013, el 23.9% de la población peruana estaba en condición de pobreza. A partir de ahí, al Perú le tomó 5 años llegar a un nivel de 20.5%, pero en el 2019 prácticamente no hubo mayor avance (20.2% de la población) porque este grupo de personas habría caído en la llamada pobreza crónica (que son carencias estructurales más difíciles de afrontar).
En el mismo periodo, la economía nacional creció -en promedio simple- 3.24%. Pero, en el 2019, el crecimiento fue solo 2.2%; y en el 2020, el PBI se contrajo 11.1%.
¿Qué tan fácil sería volver a reducir estos 4 puntos porcentuales de aumento de la pobreza? El economista refirió que como condición básica se necesita crecimiento económico. “En la medida que no se pueda asegurar crecimiento económico por encima del 5% o 6%, una tasa muy dinámica, será difícil reducir pobreza. Crecimientos pequeños son poco efectivos para reducir pobreza”, dijo.
A esto se deben sumar políticas adicionales que permitan generar una estructura productiva que cree más puestos de trabajo formales y, además, escalar con las políticas redistributivas (como los programas sociales).
Hay que recordar que para el Perú -según diversas estimaciones- este núcleo más duro de pobreza (crónica) debería oscilar entre 10% a 16%; pero la incidencia se estabilizó en alrededor de 20% hasta el año 2019, prepandemia. Ahora sería mayor.
Recuperación del gasto familiar per cápita va más lento que PBI
El gasto familiar todavía es limitado porque si bien el empleo se está recuperando lentamente -con la reapertura de la economía-, son los puestos de trabajo informales los que están moviendo la aguja, lo que trae consigo ingresos más bajos para la población (y menor productividad).
En esta línea, Álvaro Monge, socio de Macroconsult, refirió que el indicador llamado gasto familiar per cápita recién se recuperaría a finales del 2022 (tras contraerse alrededor de 10% el año pasado).
“Si partimos desde el peor momento de la crisis -marzo y abril del 2020-, estaríamos hablando que nos tomará cerca de 30 meses, unos dos años y medio, recuperarnos, y esa es la cifra que manejamos”, mencionó.
En contraparte, la economía está rebotando con mayor rapidez: después de tocar fondo en abril del 2020 (-39.1%) y cerrar ese año con una caída de 11.1%, para este año se proyecta un incremento de alrededor de 10%. “Va más lento que la economía, porque el PBI se está recuperando hacia fines de este año. Un año después que el PBI, se recuperaría el gasto familiar per cápita”, dijo.