Bolivia y Perú unieron esfuerzos para combatir la preocupante disminución de especies nativas de peces con la “siembra” de unos 70,000 ejemplares como mensaje para solucionar ese problema.
La tarea de liberación de peces se efectuó en la localidad boliviana de Puerto Pérez antecedida por un acto en el que participaron autoridades de ambos países junto a los lugareños.
Los peces crías de la familia de los “carachis”, base de la alimentación de las comunidades cercanas al lago Titicaca, fueron trasladados desde un laboratorio piscícola en Perú en envases para luego liberarlos en espacio abierto.
La intención es dar el mensaje de que “necesitamos actuar como países para resolver un problema binacional que tiene que ver con un recurso importante”, dijo el presidente ejecutivo de la Autoridad Binacional Autónoma del Lago Titicaca (ATL), el peruano Juan Ocola.
El funcionario mencionó que la disminución de las especies nativas de peces en el lago Titicaca, el más alto del mundo, se manifiesta en que “la pesca en los últimos 30 años ha disminuido casi en 85%”.
Ocola señaló que los factores para esa disminución son varios y que pasan por la “sobrepesca” y “contaminación”, además del “cambio climático”, por lo que consideró que es importante trabajar en la investigación científica para valorar las causas.
La liberación o siembra de crías de peces pasa por un proceso de captura de ejemplares adultos, desove, paso de los huevos por incubadoras hasta que los animales tengan la talla necesaria para que se los regrese al lago.
La situación es tan compleja que “se está llegando al peligro de extinción”, manifestó el dirigente pesquero del lado boliviano David Kantuta.
Este representante local dio el ejemplo de que hace algunos años con una red de unos cien metros se podía pescar un centenar de “carachis”, pez esencial para platos como la sopa de “wallake”, pero que ahora con esa misma tarea se consigue a lo mucho unos cinco.
Por eso, Kantuta consideró que actividades como las que realizaron en esta jornada autoridades de Bolivia y Perú son “importantes”, ya que sirven para que las familias que dependen de los recursos del lago Titicaca puedan subsistir.
Pero además enfatizó en la necesidad de que se imponga un periodo de veda y que es necesario que se haga “una coordinación” mayor para respetar los periodos reproductivos de los peces nativos y se evite su desaparición.
La sobrepesca ha afectado a variedades como el mauri, suche y pejerrey aparte de los “carachis” que son fundamentales para la alimentación y comercio de las poblaciones cercanas al lago Titicaca.