A pesar de las dificultades que significa importar vacunas para los gobiernos de todo el mundo, el sector privado del Perú desea participar en las negociaciones a fin de conseguir dosis para aplicarla a una parte de la población.
La última semana, la presidenta de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), María Isabel León, indicó la intención de las empresas privadas que conforman este gremio de comprar vacunas contra el COVID-19 para aplicarlas a sus trabajadores y así poder contribuir con la reactivación económica del país y ayudar a expandir la cobertura de la campaña al Estado.
Asimismo, añadió que si bien los gobiernos de cada país tienen prioridad de negociación con los laboratorios que producen vacunas, las empresas privadas podrían negociar con aquellos que el Estado no ha tenido coordinaciones.
Esta propuesta de la Confiep ha sido bien recibida por otros sectores, principalmente de los pequeños y medianos empresarios de los conglomerados de Las Malvinas y Mesa Redonda, que han manifestado su intención de adquirir vacunas contra el COVID-19 para aplicarles a los comerciantes y trabajadores.
“Queremos sumarnos a la campaña que se ha iniciado para exigir al Gobierno que se permita la importación de vacunas al sector privado porque es la única manera de que un gran número de peruanos nos podamos inmunizar. Los conglomerados de Lima suman alrededor de 2 millones de personas solo en el Cercado de Lima. Es un universo grande que está en capacidad de adquirir vacunas”, comentó César Vásquez Reyes, Secretario de Imagen Institucional del Frente Empresarial de Las Malvinas a Gestión.pe.
Vásquez detalla que además de Las Malvinas, también están participando los conglomerados de Mesa Redonda, la Asociación de micro y pequeños importadores de Lima (Aimpe) y la Cooperativa del mercado central conocido como el ‘Hueco’.
Para hacer esta adquisición de dosis, los empresarios buscan el apoyo de la Municipalidad Metropolitana de Lima, Sistema Metropolitano de La Solidaridad (Sisol) y de una empresa privada con experiencia en salud, como una clínica o compañía de seguros, para garantizar todos los procedimientos logísticos como de seguridad.
De hacerse posible la importación de vacunas, Vásquez asegura que más de 3.5 millones de personas, entre comerciantes, trabajadores e incluso, familiares podrán recibir la vacuna. “La compra se podría realizar a través de un fideicomiso al cual cada conglomerado aportaría de acuerdo a la cantidad de personas y comerciantes que se vacunarán. Luego con una entidad de salud, se encargaría de aplicar las dosis”, explicó.
De esa manera, tras haber aportado para adquirir las vacunas, el comerciante podrá distribuirlas entre sus trabajadores, tal y como sucedió con las pruebas de test de COVID-19.
“Existen vacunas que podemos traer, pero necesitamos el apoyo de personas que manejan este tema. Nuestra participación será aportar por medio de un fideicomiso o incluso un préstamo bancario. Las vacunas serán aplicadas solo a comerciantes, bajo la supervisión de la Municipalidad que se encargaría de administrar estas dosis. Hemos tenido conversación con la Gerencia de Desarrollo Económico y esperamos que puedan apoyar esta moción”, comentó.
Sector Belleza
En esa línea, la Asociación Peruana de Empresarios de la Belleza (APEB) considera oportuna esta petición para fomentar una recuperación en el sector.
Rebeca Antezana, presidenta de APEB, indicó que la propuesta de la Confiep, agilizaría el proceso de compra y vacunación que sería aplicada de manera gratuita a los trabajadores de este sector. Por ello, esperan que el Ministerio de Salud (Minsa) acepten este pedido que permitiría la reactivación del sector.
“La propuesta es hacerlo a través de la Confiep u cualquier otro gremio que agrupe a varios sectores de la economía. Otra opción es establecer alianzas estratégicas con grandes laboratorios que tengan el aval del estado asegurándoles anticipadamente la compra de las vacunas”, mencionó Antezana.
Detalló que los trabajadores formales del rubro ascienden aproximadamente a 350,000 que serían vacunados en una primera etapa. Sostuvo que se podría extender a las familias de los trabajadores mediante un convenio con ellos mismos.
De tener “luz verde” del Gobierno para importar vacunas, el proyecto se haría en tres fases y con el control de las entidades del estado.
La primera fase corresponde a la recepción de las vacunas por parte de la Confiep u otro organismo y el empadronamiento de los trabajadores del Sector.
La segunda fase consiste en establecer la cadena logística y de control para la distribución de las vacunas supervisado por la Confiep y una entidad estatal.
La tercera fase será la aplicación de vacunas.