La incesante caída de la deuda pública mundial llevó el miércoles la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense a 30 años al 5% por primera vez desde 2007, y la de la deuda alemana a 10 años al 3%, unos movimientos que podrían frenar la economía mundial y perjudicar el valor de las acciones y los bonos corporativos.
La creciente sensación de que las tasas de interés de las principales economías se mantendrán altas durante mayor tiempo para contener la inflación, los datos económicos estadounidenses cada vez más sólidos y la fuerte liquidación de las posiciones que los operadores habían tomado apostando a un repunte de la renta fija han hecho mella.
En el mercado de los bonos del Tesoro estadounidense, considerado el pilar del sistema financiero mundial, los rendimientos a 10 años se han disparado casi 30 puntos básicos (pb) hasta el 4.8% esta semana, y han subido casi 100 pb este año, tras haber saltado más de 200 pb en 2022.
Los rendimientos de los bonos se mueven de forma inversa a los precios, y los gestores de activos que habían mantenido bonos esperando que los precios subieran están tirando ahora la toalla.
“En este momento hay un gran impulso detrás de la venta (de bonos del Tesoro) porque la posición que tomó el mercado fue errónea”, dijo Juan Valenzuela, gestor de carteras de renta fija de la gestora de activos Artemis.
“Mucha gente se creyó la idea de que, como la Reserva Federal estaba llegando al final de las subidas de tasas, era el momento de comprar deuda pública”.
El miércoles, los rendimientos de la deuda estadounidense a 30 años tocaron el nivel psicológico del 5% por primera vez desde la crisis financiera mundial y, a medida que se extendía la caída, el retorno del bono alemán a 10 años alcanzó el 3% , un nuevo hito en un mercado en el que los rendimientos eran negativos a principios de 2022.
Los rendimientos de los bonos australianos y canadienses a 10 años han subido más de 20 puntos básicos cada uno esta semana , y el de la deuda pública británica a 30 años alcanzó el miércoles un nuevo máximo de 25 años sobre el 5% .
Otra señal del nerviosismo de los inversores es que el índice MOVE de volatilidad de los bonos, muy observado en el mercado, se encuentra en su nivel más alto en cuatro meses.
RÉPLICAS
El costo del endeudamiento público influye en todo, desde las tasas hipotecarias para los propietarios de viviendas hasta las de las préstamos para las empresas.
La velocidad de la caída de los bonos desató la alarma en los mercados de renta variable e hizo que el dólar, un refugio para la inversión, alcance su nivel más alto en meses frente al euro, la libra esterlina y el asediado yen japonés.
Las bolsas mundiales tocaron el miércoles su mínimo desde abril, y el costo de asegurar la exposición a una cesta de bonos basura de empresas europeas alcanzó su nivel más alto en cinco meses, según datos de S&P Global Market Intelligence.
Vikram Aggarwal, gestor de fondos de bonos soberanos de Jupiter, dijo: “Somos muy cautos con los activos de riesgo en esta coyuntura”.
Por un lado, agregó, los activos de mayor riesgo, como la renta variable y el crédito corporativo, son vulnerables a una eventual recesión provocada por las subidas de las tasas de los bancos centrales.
Y, si no hay recesiones, “nos encontramos con un escenario (de tasas) más altas durante más tiempo en el que se mantienen donde están (...) eso también es, en última instancia, bastante negativo para los activos de riesgo”.
Un nuevo aumento de los costos de endeudamiento es también un quebradero de cabeza para los bancos centrales, que sopesan la necesidad de mantener las tasas altas para contener la inflación y el deterioro de las perspectivas económicas.
Sin embargo, la incertidumbre sobre cuándo y de qué forma ocurrirá ese deterioro está complicando aún más los mercados de renta fija y contribuyendo a una mayor venta de bonos a más largo plazo.
La prima por plazo a 10 años en Estados Unidos, una medida muy vigilada de la compensación que exigen los inversores por prestar dinero a más largo plazo, es positiva por primera vez desde junio de 2021 y ha subido más de 70 puntos básicos desde finales de agosto, según la Fed de Nueva York.
“Todo el mundo ha estado pidiendo una recesión que simplemente se niega a llegar. Y luego tenemos la marcha al alza de los precios del petróleo, que por supuesto está complicando el panorama en términos de perspectivas para las tasas de interés oficiales”, dijo el jefe de estrategia de tipos de Rabobank, Richard McGuire.
“Creo que todo ello está conspirando para que los inversores se muestren muy cautos a la hora de bloquear su dinero en bonos del Estado a más largo plazo. Exigen una compensación por ello”.