La migración de las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos a Hong Kong se está acelerando a medida que los reguladores de ambos lados del mundo han intensificado su supervisión en los últimos meses.
Las acciones tecnológicas chinas en Estados Unidos han borrado US$ 1 billón de su valor desde el máximo alcanzado en febrero. La ofensiva culminó con el anuncio por parte de Didi Global Inc. a principios de este mes de planes de retirarse del Nasdaq, solo seis meses después de su debut en la bolsa estadounidense.
Los descensos se aceleraron el miércoles tras la noticia de que la Administración Biden está considerando imponer sanciones más duras al mayor fabricante de chips de China, según personas familiarizadas con la situación. El índice Nasdaq Golden Dragon China cayó a su nivel más bajo desde marzo del 2020.
El 50% del capital flotante de Alibaba Group Holding Ltd. está ahora en Hong Kong, frente al 30% de hace un año, según una nota de Barclays redactada por analistas que incluyen a Jiong Shao. El capital flotante de Baidu Inc. en Hong Kong también aumentó de alrededor del 80% al 82.7% en los últimos seis meses, dice la nota.
Representantes de Alibaba en EE.UU. no respondieron a mensajes solicitando comentarios.
“Esperamos que muchas, si no la mayoría, de las instituciones de inversión cambien sus participaciones y operaciones a acciones que cotizan en Hong Kong desde las que cotizan en Estados Unidos, con el fin de minimizar el impacto de los riesgos de exclusión de la bolsa”, dijo en una entrevista Louis Lau, administrador de cartera de Brandes Investment Partners.
Muchas de las empresas con sede en China que cotizan en Estados Unidos, como JD.com Inc. y NetEase Inc., ya tienen una cotización secundaria o doble en Hong Kong, que permite a los inversionistas convertir sus acciones entre los mercados en cuestión de días.
El volumen diario de cotizaciones de estas empresas en Hong Kong sigue siendo relativamente bajo, pero aumentará con el tiempo junto con la liquidez, según Vivian Lin Thurston, administradora de cartera de William Blair Investment Management.
Sin embargo, no todos los fondos estadounidenses ni los inversionistas minoristas pueden invertir en Hong Kong debido a los elevados costos y a las restricciones a la propiedad extranjera de acciones.
Por ejemplo, los inversionistas institucionales estadounidenses poseen el 22% de las acciones de Alibaba, y el 5% de esa cifra está en manos de inversionistas que no pueden comprar acciones chinas fuera de las bolsas de Estados Unidos, según Goldman Sachs.