El Banco Mundial busca reiniciar la emisión de bonos catástrofe para ayudar a los países en desarrollo a mejorar su preparación para pérdidas por desastres naturales.
El banco supranacional ha emitido desde el 2014 cerca de US$ 2,600 millones en bonos catástrofe, conocidos como bonos CAT, incluida una transacción de US$ 1,360 millones colocada en el 2018 y destinada a ayudar a los Gobiernos de Colombia, Chile, México y Perú a cubrir las pérdidas relacionadas con terremotos.
No obstante, no ha colocado ninguna otra transacción desde julio del 2021, en parte porque los inversionistas institucionales han asignado menos efectivo para comprar nuevos bonos CAT dado que necesitaban usarlo para compensar una caída en los mercados financieros, dijo Michael Bennett, jefe de soluciones de mercado y finanzas estructuradas del Banco Mundial.
“Tenemos una serie de transacciones en proceso y algunas, de hecho, se han estancado por las condiciones del mercado”, dijo Bennett en una entrevista. “Un buen año para nosotros podría ser de tres o cuatro transacciones” por un total de US$ 1,000 millones o US$ 1,500 millones.
A finales de setiembre había alrededor de US$ 37,800 millones en bonos ligados a seguros y catástrofes en circulación, la mayoría de los cuales cubren riesgos en economías avanzadas, según datos compilados por Artemis.
La expansión de los bonos catástrofe en los mercados emergentes es una pieza clave para reducir la vulnerabilidad financiera de los Gobiernos y los contribuyentes. Mientras que alrededor del 50% de las pérdidas relacionadas con catástrofes naturales en las economías desarrolladas en lo que va de siglo estaban aseguradas, en los mercados emergentes esa proporción no llega al 8%, según datos del Swiss Re Institute.
Además, se prevé que para el 2030, la cantidad de desastres llegue a 560 por año, o 1.5 desastres por día, frente a un rango de 350 a 500 desastres de mediana a gran escala por año en las últimas dos décadas, según proyecciones publicadas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres a principios de este año.
“La mayoría de nuestras transacciones hoy han sido relacionadas con terremotos o huracanes”, dijo Bennett, refiriéndose a los riesgos asegurados. “Creo que seguirán siendo más grandes, pero ciertamente la gente está pensando en cosas como la sequía y las inundaciones”.
Cómo funciona
Si bien los bonos CAT generalmente se emiten a través de vehículos de propósito especial, en las transacciones lideradas por el Banco Mundial, el banco mejor calificado emite los bonos directamente, lo que permite a los emisores soberanos emergentes, que normalmente tienen calificaciones crediticias más bajas, reducir los costos financieros de obtener dichos bonos.
Se prevé que las naciones latinoamericanas, que han sido los clientes más frecuentes de los bonos CAT del Banco Mundial, continúen siendo una fuente de transacciones, dijo Bennett. Además, la institución multilateral tiene “muchas discusiones en curso” en la región del Caribe, dijo, y agregó que la llamada región del anillo de fuego de Asia también podría ser una fuente potencial de transacciones.
“Vemos esto como una herramienta muy valiosa para que nuestros países miembros la utilicen”, dijo Bennett, quien se unió al Banco Mundial en 2000 después de trabajar para las mesas de finanzas estructuradas de los bancos de inversión, incluyendo Lehman Brothers Holdings Inc. Sin embargo, “se trata de una herramienta complicada”.
Eso se debe a las características de los acuerdos, como la selección de parámetros exactos del pago de la transacción, mientras que a algunos Gobiernos les resulta difícil pagar las primas.
De hecho, Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania financiaron la prima de un bono catástrofe de US$ 185 millones emitido en julio del 2021 por el Banco Mundial para asegurar a Jamaica contra pérdidas relacionadas con tormentas con nombre durante tres temporadas de huracanes tropicales en el Atlántico que terminan en diciembre de 2023.
“Una tendencia que creo que esperamos ver en desarrollo en el 2023 sería un mayor apoyo de los donantes para las primas”, dijo Bennett. Además de las razones políticas, a algunos Gobiernos donantes (normalmente economías avanzadas) les puede resultar atractivo financiar las primas de seguros para los países en desarrollo porque contar con un financiamiento preestablecido, les permite a los Gobiernos responder más rápido, lo que a su vez puede reduce la necesidades del donante.
Además, los negociadores climáticos en la cumbre COP27 de Egipto el mes pasado llegaron a un acuerdo para crear un fondo que ayude a las naciones en desarrollo a enfrentar la devastación del cambio climático. Una parte de dicha instalación podría usarse potencialmente para financiar bonos CAT para mercados emergentes, según una respuesta enviada por correo electrónico a las preguntas del Banco Mundial.