Élida Vega Córdova
Los días de confinamiento y la pandemia nos han obligado a pasar más horas en casa, ya sea por el trabajo remoto o por las clases virtuales de los pequeños de la casa. Y para ello, muchos han tenido que adaptar e implementar nuevos espacios dentro de sus hogares con miras a afrontar la “nueva normalidad”.
Frente a esa nueva necesidad, la firma de diseño de interiores We Design afirma que ha habido un notorio incremento en el gasto que las familias destinaban a las remodelaciones, en comparación a lo que invertían hasta antes del estallido de la pandemia.
Mayte León y Stephany Wagner, socias de We Design, aseguran que, a diferencia de lo que sucedía antes, cuando la demanda venía por implementar cierto tipo de mobiliario o por modificaciones puntuales en salas o comedores, por estos días son los dormitorios, balcones y terrazas, los espacios protagónicos.
Explica que, ante la necesidad de contar con espacios de trabajo o estudio, las familias han optado por adaptarlos -en su mayoría- en los dormitorios.
“Si antes había dos camas en un dormitorio, ahora se opta por el camarote y por incorporar escritorios para que los niños puedan seguir sus clases virtuales, mientras que el dormitorio principal se ha optado, por lo general, por el uso de tocadores que también cumplen con la función de escritorios, pero sin perder el toque de diseño”, afirma Mayte León.
Inversión y empleo
En línea con el crecimiento de la demanda, también la inversión que se destinaba a este tipo de trabajos ha crecido. Según la arquitecta de interiores, actualmente la inversión para adaptar nuevos espacios de trabajo o implementar balcones y terrazas oscila entre S/ 5,000 y S/ 15,000.
“El gasto final va a depender de la cantidad de mobiliario, y si las modificaciones implican trabajos eléctricos, de pintura o de albañilería. Si solo es implementación de mobiliario puede gastarse entre S/ 5,000 y S/ 7,000, pero si se trata de implementaciones más completas como las de dormitorio se llega a gastar entre S/ 5,000 y S/ 15,000”, señala.
Y aunque existe cierta previsión por ahorrar por la coyuntura, Wagner sostiene que, producto de la pandemia, muchas personas han podido ahorrar debido al confinamiento y ahora, “están invirtiendo muchísimo en implementar y modificar, por eso ha subido mucho la cantidad de proyectos”.
“Antes podíamos tener cinco clientes al mes y ahora pueden ser entre 10 y 12 por mes”, añade León al indicar que el incremento de la demanda ha favorecido la generación de más puestos de trabajo directos e indirectos, y lo mismo ha sucedido con su competencia.
“De ser tres personas hemos pasado a ser siete porque hay más demanda de diseño y necesito más gente, y lo mismo sucede con mis proveedores, con mi carpintero, con los electricistas, con los albañiles y los pintores. Casi todos han tenido que duplicar su personal”, anota.
Aporte en crecimiento
Y aunque por la segunda cuarentena, las remodelaciones que tenían en cartera se paralizaron, León señala que más del 90% de sus contratos provienen del segmento residencial (antes era 70%), mientras que el resto se divide entre locales comerciales y oficinas, aunque este último segmento ha sido el menos dinámico.
Aun así, estima que este año la facturación de We Design, que atiende a clientes de Lima Moderna y Lima Top, crecerá entre 40% y 50%, una expansión similar a la que lograron el año pasado.