Ser el último en apagar la luz de la oficina o no irse antes que el jefe no es sinónimo de productividad. Tener una jornada demasiado larga solo afecta la cultura organizacional, la salud y las relaciones.
Ser el último en apagar la luz de la oficina o no irse antes que el jefe no es sinónimo de productividad. Tener una jornada demasiado larga solo afecta la cultura organizacional, la salud y las relaciones.

César Antúnez de Mayolo

Profesor de Pacífico Business School