¿En qué cambiará la vida en la oficina tras la pandemia? Es probable que las oficinas como las conocía hasta ahora cambien notablemente.
Las empresas están adoptando una serie de medidas para mantener a sus empleados a una distancia segura, como implantar turnos escalonados o pedirles que trabajen de forma presencial en días alternos. Las paredes de los cubículos podrían ser más altas o podría haber nuevas divisiones entre los escritorios para aumentar la protección.
Las cocinas, salas de conferencias y otras estancias comunitarias podrían ser cerradas. Algunas oficinas han implementado pasillos de un solo sentido para evitar que la gente pase de cerca. En los espacios comunes esenciales, como ascensores y servicios, podría exigirse el uso de mascarilla y es posible que se limpien más a menudo, además de limitar el número de personas que usarlos a la vez. Esto podría derivar en esperas más largas.
Incluso con estas medidas de distanciamiento social, espere tener que utilizar más la mascarilla, especialmente cuando no esté en su mesa. La compañía podría pedirle además que notifique si padece algún síntoma.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ofrecen lineamientos para hacer de las oficinas un espacio seguro, pero las medidas concretas que se tomen en cada oficina pueden variar en función de la empresa y de las leyes locales. En la última fase del plan de reapertura en el estado de Nueva York, por ejemplo, se limita la capacidad de las oficias al 50%.
La pandemia podría provocar además cambios que no están directamente relacionados con la seguridad. En Bergmeyer, una firma de diseño de Boston, se ajustaron las luces para poder ver mejor las llamadas de Zoom.