La jornada laboral en el Perú corresponde a ocho horas diarias, lo que deriva en 48 horas semanales (en 6 días laborables). Sin embargo, según el reciente informe técnico sobre el mercado laboral para el caso de Lima Metropolitana publicado por el INEI, 1.46 millones de personas trabajan más de 50 horas a la semana en el último trimestre (noviembre y diciembre del 2019 y enero del 2020).
En base a los rangos propuestos por el INEI, en el extremo, las personas residentes en Lima Metropolitana que trabajan más de 80 horas a la semana (lo que en promedio significa más de 13 horas al día) son más de 114 mil.
Esta cifra es la más alta en los últimos cuatro años, la cual creció 17% con respecto al mismo trimestre del año anterior (y continuó con un crecimiento desde el 2018). Es decir, se ha optado por trabajar más de 80 horas semanales últimamente en este periodo.
Según Jorge Toyama, abogado laboralista, las razones por las que suceden las horas extras son la necesidad de un mayor sueldo, reducción de costos de las empresas e informalidad.
La necesidad de un sueldo mayor incentiva a las personas a requerir las horas extras en empresas que pagan por ellas. Estas empresas reducen costos cuando sucede ello, pues es más barato pagar por horas extras que contratar a un nuevo trabajador. Por ello, existe un doble incentivo en estos casos.
“Las empresas pagan horas extras permanentes, las cuales equivalen a casi la mitad del sueldo del empleado. Dado que el salario básico es bajo, al trabajador le conviene optar por las horas extras a la vez que el empleador se ahorra el contratar un nuevo trabajador. Hay coincidencia entre necesidad y ahorro en costos”, señaló
En cuanto a la informalidad, Toyama indicó que es usual que se trabajen horas extras a las de una jornada laboral normal en negocios informales. Las condiciones de abuso y precariedad en el sector informal traen como consecuencia que estas horas adicionales de trabajo no se paguen y que no haya reclamo.
“Dado que hay alta informalidad y bajos sueldos el contexto de horas extras se mantendrá por algunos años más”, afirmó.
Asimismo, los trabajadores medianos (el trabajador regular en el mercado laboral peruano), señaló Toyama, mantienen una mentalidad en donde se prioriza ganar dinero y da menos valor al tiempo libre o de descanso, lo que trae consigo las horas extras. Sin embargo, menciona también que el caso de los millennials es distinto, pues estos tienden a darle más valor a su tiempo de ocio.
“Mientras más jóvenes se introduzcan al mercado laboral, esto tendría un efecto en la reducción de las horas extras”, indicó.
Por debajo de las 48 horas
No obstante, las personas residentes en la capital que trabajan menos de 40 horas a la semana, según el INEI, son aproximadamente dos millones de personas, de las cuales cerca de 1.1 millones trabajan menos de 30 horas y 270 mil como máximo 10 horas.
Por sexo y grupos de edad
Con respecto a las horas trabajadas por categorías, según el informe del INEI, las mujeres limeñas están por debajo de las 48 horas, pues en promedio trabajan 40 horas a las semana.
En el caso de los hombres estos también se encuentran por debajo del umbral laboral en el Perú, pero no tan alejado como su contraparte, pues en promedio trabajan y 46.4 horas semanales.
En cuanto a los grupos de edad, a diferencia de los años anteriores, las personas de 45 a más años son las que tienen las más largas jornadas laborales en promedio, pues trabajan 45 horas a la semana.
Las personas en el rango de edad entre 25 y 44 años, trabajan un promedio de 44.8 horas semanales. Esta categoría, con respecto a los datos publicados por el INEI para anteriores años, usualmente mantenía las jornadas laborales más extensas, lo cual no ocurre en este caso.
Asimismo, en el rango de 14 a 24 años las personas en la capital trabajan 38.3 horas a la semana en promedio.
Subempleo por insuficiencia de horas
Se considera a un persona subempleada si esta trabaja menos de 35 horas y desea trabajar más.
Según datos del INEI, para el periodo de análisis (noviembre y diciembre del 2019, y enero del 2020), hay aproximadamente 714 mil personas (2.1% mayor al mismo periodo en el año anterior) en situación de subempleo, en donde cerca del 60% son mujeres (cerca de 419 mil).
En este periodo, comparado con el mismo del año anterior, los hombres se redujeron en número en esta categoría; sin embargo, las mujeres aumentaron en 4.7% (19 mil personas aproximadamente).
Toyama indicó que parte del aumento de la cantidad de las personas subempleadas, responde a la aumento de los migrantes venezolanos.
La mayor cantidad de venezolanos en el mercado laboral peruano, produce que haya una menor disponibilidad de trabajo y , por ende, menos horas, lo que afecta a los agentes más vulnerables en este mercado que son los jóvenes y mujeres, señaló Toyama.