Se estima que la inversión privada caiga 2.5% este año, aunque hay riesgo de que sea una caída más negativa por la golpeada confianza empresarial, conflictividad social y el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, señaló Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital.
El representante de Credicorp Capital destacó que las expectativas sobre la inversión privada se mantienen “modestas”, y que el impacto negativo en la confianza de los agentes económicos es bastante prolongado.
“Este es el choque más fuerte en los últimos cuarenta años en la confianza (en referencia a las expectativas empresariales de la economía a tres meses) por un impacto interno, pues hay otras caídas que se atribuyen a factores externos. Es decir, desde hace cuarenta años no veíamos una confianza negativa por tanto tiempo. Ante ello, la inversión privada caería 2.5% este año (sería 0% en el 2023)”, indicó.
Vinculado a ello, señaló que en Perú se mantiene la proyección de crecimiento económico del 2022 en 2.5%, el cual sería el mismo estimado para el 2023. Resaltó que “es de los crecimientos más moderados en la región”.
Mencionó, además, que se contempló subir los estimados de actividad económica, pero que nuevas fuentes de riesgo evitaron la corrección.
“Cuando inició el presente año se analizó subir la proyección de crecimiento económico de Perú, pues seguíamos viendo una dinámica interesante del consumo privado, pero se empezó a golpear el escenario en los últimos meses. La guerra de Ucrania da un sesgo a la baja por el impacto inflacionario en los consumidores. Además, un menor crecimiento de socios comerciales indica también un riesgo bajista”, manifestó.
Otro punto que influyó en que finalmente no se aumente la proyección es el de los conflictos sociales alrededor del sector minero, a los que se sumó luego las recientes protestas por el aumento de precios. “En el acumulado un 20% de la producción de cobre ha estado afectado al menos temporalmente. Esto modera las expectativas sobre el crecimiento económico”, indicó.
Señaló, además que la caída de la inversión pública evita también pensar en un aumento de las proyecciones del tamaño de la economía peruana.
“La caída de la inversión pública ha sido importante, lo cual habla de la imposibilidad e ineficiencia del gasto público. Vimos estos riesgos más idiosincráticos por el lado de conflictos sociales y gasto público que impactan las expectativas”, precisó.
“Hay un riesgo bajista en la proyección, en donde, por supuesto, lo que estamos viviendo hoy, protestas sociales e inconformidad, genera un impacto negativo adicional en la actividad económica para el 2022”, puntualizó.