El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Chicago, Charles Evans, afirmó que es partidario de una ráfaga inicial de endurecimiento monetario, y luego de un ritmo más “medido” de subidas de tasas para dar tiempo a evaluar la inflación y el impacto de los mayores costos de los préstamos en el mercado laboral.
“Creo que la anticipación es importante para acelerar el necesario endurecimiento de las condiciones financieras, así como para demostrar nuestro compromiso de contener la inflación, ayudando así a mantener las expectativas inflacionistas bajo control”, dijo en declaraciones preparadas para ser entregadas a Money Marketeers de la Universidad de Nueva York.
La inflación, que es más de tres veces superior al objetivo de 2% de la Fed, es “demasiado alta”, afirmó, y la Fed debería elevar su tasa de interés “rápidamente” hasta un rango neutral de entre 2.25% y 2.5%.
Los responsables de la política monetaria han empezado a hacerlo. A principios de este mes subieron los tipos medio punto porcentual más de lo habitual, hasta un rango de 0.75% a 1%, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló que habrá al menos dos subidas más.
La Fed también planea comenzar a recortar su balance de US$ 9 billones el próximo mes.
Pero la preferencia de Evans por la transición a un “ritmo más moderado” -una frase que en el pasado ha significado subidas de tasas de un cuarto de punto- sonó un poco menos agresiva que la del presidente de la Fed, Jerome Powell, quien habló más temprano.
Evans dijo que ralentizar el ritmo de las subidas de tipos después de una carga inicial daría a la Fed tiempo para comprobar si se alivian las dificultades de la cadena de suministro, y para evaluar la dinámica de la inflación y el impacto de los mayores costos de los préstamos en lo que llamó un mercado laboral “francamente tenso”.