Uno de los componentes que podría impulsar el turismo una vez empiece a regularizarse la vacunación contra el covid-19, sería el orientado a la aventura. Esto debido a que las personas que buscan viajar optarían por no recurrir al turismo masivo, sino al especializado y en campo abierto.
Así, hasta antes de la pandemia, el 35% del turismo interno realizaba actividades de aventura, mientras que, en el caso del receptivo, 4 de cada 10 turistas que llegaban al país lo hacían. Mientras que, hasta antes de las nuevas medidas del gobierno, el 70% de los turistas nacionales hacían actividades de naturaleza y aventura, según señaló Francisco Basili, presidente de la Asociación Peruana de Turismo de Aventura, Ecoturismo y Turismo Especializado (Aptae).
“Se están armando nuevos paquetes que desarrollarán una oferta de valor adecuada. No es una oferta más barata, sino de valor diferenciado. Antes el turista era uno joven, pero ahora se estima que será uno de corte más familiar, con hijos, por lo que hemos visto que este tipo de viajes será una tendencia”, señaló a Gestión.
“Los paquetes serán para distintos mercados. Todas las operadoras de turismo están viendo las posibilidades en función al rubro socioeconómico. La variación estará en el hospedaje, pero no en la actividad de aventura. Esto servirá de plataforma para todo turista para dar inicio a la actividad”, añadió.
Tendencia
Según un reciente estudio realizado el año pasado por la Adventure Travel Trade Association (Atta), en la intención de viaje a seis meses, el impacto en los turistas estaría condicionado por los nuevos hábitos de consumo en el turismo. Esto quiere decir que se evitaría recurrir al turismo masivo, cruceros o city tours y, en cambio, se daría preferencia al consumo de turismo que aproveche la naturaleza y la aventura, sostuvo Basili.
En ese sentido, según el estudio, el 70% de turistas que quieren viajar lo harán basado en destinos de turismo y aventura. Así, el 60% de turistas que quieren viajar lo harán pensando en un destino que contenga trekking, un 45% en turismo con bicicletas, un 25% en acampar.
Entre otras actividades, el 21% preferiría un destino que cuente con kayak o rafting y un 20% en nuevos conceptos de naturaleza y aventura como clases de cocina abiertas o producción de cerveza artesanal con productores locales, seguido de la pesca (16%) y las actividades de fotografía y naturaleza (13%).
Recuperación
Hasta antes de la nueva cuarentena, los operadores de este tipo de turismo tenían dos procesos en marcha. Por un lado, estaba la mirada hacia el turismo interno en tanto había muchos viajeros que, ante la imposibilidad de viajar al extranjero, optaban por destinos de aventura locales.
Ellos pueden gastar hasta un 40% más en su estadía que un turista convencional, sostuvo Basili. Además, tenían tiempos de estadías más largos por la misma actividad de aventura como lo son el trekking, escalada en roca, rappel, bicicleta de montañas, entre otros.
Asimismo, se registró un aumento de reservas hacia la segunda mitad del año por parte de turistas internacionales, estimando una mejoría en el acceso a los destinos. Este grupo comprende a personas de 50 años a más y que vienen principalmente de Estados Unidos y Europa.
En cuanto a los peruanos, el principal grupo consumidor de este turismo son personas de entre 30 y 50 años, quienes decidían ir a playas del norte por verano, además de otros destinos como Arequipa, San Martín, Lunahuana, Paracas e, incluso, Huancavelica, donde se ha desarrollado un nicho de bicicleta de montaña.
Factores claves
Basili también insistió en que para recuperar el turismo en general, se deben sumar los esfuerzos que brinden seguridad y tranquilidad al turista. Esto implica el desarrollo de buenas carreteras y, en el largo plazo, infraestructura masiva como trenes.
“Otro detalle es que tiene que haber conectividad y llegar a ciudades medianas. Esto se genera con gobernanza para invertir en la naturaleza y aventura a través de infraestructura”, sostuvo.
El dato
Gremio. Aptae cuenta con cerca del 65% de la operación en cuanto a turismo receptivo, además de más del 50% en destinos destacados como el Camino Inca o albergues de Madre de Dios, entre otros.