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A pesar de que las clases escolares ya comenzaron hace más de un mes, la Asociación Educativa Saco Oliveros sigue con sus planes de expansión en Lima y regiones. Wilmer Carrasco, presidente de la organización, conversó con Gestión sobre los planes que tienen para el corto y mediano plazo.
Uno de ellos, probablemente el de mayor importancia, es el de transformar la asociación educativa en una sociedad anónima cerrada (S.A.C.).
“Proyectamos hacerlo en el 2025, de tal forma que podamos tener inversionistas, cotizar en bolsa y aceptar donaciones de personas naturales u empresas para la fundación que planeamos tener”, adelanta Carrasco, quien asegura que con este movimiento se tendrá mayor respaldo financiero para futuros proyectos.
La organización, que empezó a crecer con el negocio de las academias preuniversitarias, en la actualidad depende en sus ingresos casi totalmente de los 51 colegios que tiene en la capital y en provincias. “De todos ellos, 37 son de administración directa y 14 son franquicias”, precisa Carrasco.
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Franquicias
La tendencia, según el directivo, es darles fuerza a las franquicias a nivel nacional con el propósito de llevar la marca al extranjero en un largo plazo. Asimismo, Carrasco considera que en algún momento el número de colegios franquiciados será mayor que los de administración directa.
“Es poco probable que crezcamos con estos últimos. La idea es modernizar los que ya tenemos y, en el caso de los colegios que dejen de funcionar, alquilarlos o venderlos”, dice.
Actualmente, la asociación ha procedido a demoler dos complejos educativos: uno en Chaclacayo y otro en Santa Beatriz. La meta es construir nuevos colegios en el mismo terreno con protección antisísmica. La inversión para ambos es de US$4.8 millones. “De todas nuestras sedes, el 60% ya tiene ese tipo de construcción. Cada año vamos a construir dos o tres colegios hasta que la totalidad tengan esa característica”, dice Carrasco.
En el caso de las franquicias, el ejecutivo sostiene que el precio de venta depende de diversos factores, pero un monto promedio sería de US$40,000.
“Lima aún tiene espacio para crecer. Hay muchos distritos donde existe bastante demanda y en los cuales no tenemos una presencia significativa”, explica. Pone como ejemplo San Juan de Lurigancho, que por su área podría albergar entre 12 a 14 colegios Saco Oliveros y en donde solo cuentan con uno. “En San Juan de Miraflores, que es mucho más pequeño, ya tenemos cuatro sedes”, agrega.
Sobre la incursión en provincias, Carrasco sostiene que ya tienen presencia en Cajamarca, Huancayo, Ica, entre otras. Se estudian mercados como Arequipa, Cusco, Chiclayo y Piura para ingresar con la marca.
Alumnado y pensiones
De acuerdo con el presidente de la Asociación Educativa Saco Oliveros, la institución cuenta con alrededor de 33,000 alumnos. De todos ellos, 25,000 pertenecen a los colegios de administración directa y los restantes a las franquicias.
Este número ha crecido con respecto al 2019, cuando contaban con 29,000 estudiantes. Sin embargo, Carrasco precisa que en estos tres años se han sumado sedes adicionales a las que tenían por ese entonces.
En relación con las pensiones, se encuentran en S/550, lo que representa un aumento del 10% con respecto al 2019.
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